Numerosas empresas de cruceros en todo el mundo han tenido que amarrar su flota a raíz de las restricciones a los viajes y la proliferación de contagios a bordo de barcos al inicio de la pandemia. (Foto: iStock)
Numerosas empresas de cruceros en todo el mundo han tenido que amarrar su flota a raíz de las restricciones a los viajes y la proliferación de contagios a bordo de barcos al inicio de la pandemia. (Foto: iStock)

El plan de Singapur de organizar “cruceros a ninguna parte” como medida para estimular un sector turístico muy perjudicado por la crisis del ha chocado de frente con las críticas de aquellos que temen la aparición de nuevos focos de propagación del virus.

El departamento de turismo de la ciudad-estado, uno de los principales puertos de Asia, está negociando con varios operadores de cruceros para realizar travesías bajo estrictas medidas sanitarias con Singapur como punto de salida y de llegada.

Tal como señaló Annie Chang, responsable del sector de del departamento de turismo, las autoridades del país del sudeste asiático pretenden implantar “medidas apropiadas que permitan a los cruceros retomar su actividad de forma segura”. Chang no precisó la fecha en que los barcos podrían empezar a navegar.

Numerosas empresas de cruceros en todo el mundo han tenido que amarrar su flota a raíz de las restricciones a los viajes y la proliferación de contagios a bordo de barcos al inicio de la pandemia.

Marcie Keever, responsable del área de océanos y navíos de la ONG Amigos de la Tierra alertó sobre la “posibilidad de que surjan nuevos focos de contaminación” en los buques.

“El sector de los cruceros ha sido una fuente importante de contagios en varios puertos del mundo”, ha dicho.

La activista también ha señalado el impacto negativo de la reanudación de los cruceros para el medioambiente.

La semana pasada, la compañía aérea Singapore Airlines anunció que renunciaba por estos mismos motivos a su campaña de “vuelos a ninguna parte”, destinada a relanzar su actividad pero que provocó fuertes protestas.

Empresas que organizan cruceros, como la británica P&O y la noruega Hurtigruten, han anulado todos sus viajes por el momento.

Singapur ha registrado estos últimos meses varios focos de contaminación de COVID-19 en albergues para trabajadores migrantes. Pero la mayoría de ellos están controlados y el país ha conseguido limitar el número de casos por debajo de los 58,000 y solo ha contabilizado 27 fallecidos por coronavirus, gracias fundamentalmente a cuarentenas y rastreos eficaces.