Científicos e investigadores médicos en la cabina convertirán el nuevo Dreamliner de Boeing Co., volado por Qantas, en un laboratorio de gran altitud.
Científicos e investigadores médicos en la cabina convertirán el nuevo Dreamliner de Boeing Co., volado por Qantas, en un laboratorio de gran altitud.

Durante decenios, los viajeros han soportado estoicamente el “jet lag” o desajuste horario como una consecuencia inevitable de los viajes largos. Ahora, a medida que las aerolíneas se centran en unos vuelos largos y sin escala sin precedentes, los esfuerzos para contrarrestar estos síntomas debilitantes del desajuste se están convirtiendo en una industria de mil millones de dólares.