A medida que los gobiernos elaboran planes para que el mundo vuelva a volar, las propuestas destinadas a mantener a los pasajeros seguros son a menudo confusas y contradictorias.
A medida que los gobiernos elaboran planes para que el mundo vuelva a volar, las propuestas destinadas a mantener a los pasajeros seguros son a menudo confusas y contradictorias.

Hace tiempo que viajar en avión dejó de ser divertido. Ahora que las aerolíneas comienzan a retomar sus vuelos tras las medidas de cuarentena, los pasajeros pueden esperar que sea aún más fastidioso, con nuevos puntos de control de temperatura, filas adaptadas al distanciamiento que se extienden hasta el estacionamiento y láminas de plexiglás que aíslan a encargados del equipaje, baristas y otros empleados.