Los eco-lodge, la forma más trendy de llamar a estos hoteles ecológicos, combinan una arquitectura de diseño en la naturaleza con una gastronomía orgánica que vuelve a sus raíces y tratamientos naturales para recomponer cuerpo y alma.
De la mano de la agencia Nuba recorremos un ryokan (el alojamiento típico japonés) en Kioto, una cabaña de estilo patagónico en Chile, un refugio en Sudáfrica propiedad de Sir Richard Branson y un camping cinco estrellas con vistas al Monte Uluru en Australia.
Pero hay más. La playa también puede ser la base de estos remansos de paz, como sucede en el eco-lodge que le proponemos en Zanzíbar. Y los precios no siempre son desorbitados; prueba de ello son unas cabañas ubicadas en las montañas al sur de Quito con unas vistas para contener la respiración. El otoño acecha y lo ecológico no descansa.
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