Luego de la cuarentena por el covid-19, el temor a las aglomeraciones despertará nuevos hábitos e intereses en el consumidor. Y para la movilidad urbana, tal preocupación elevará la intención por la compra de automóviles.
Así lo señaló el Informe de Audiencias e Inversiones, de Mindshare Perú, el cual refiere que la desconfianza en el transporte público incrementará tal interés.
Fidel La Riva, CEO de la empresa, explicó que la posibilidad de que se concrete la compra de automóviles dependerá de cada mercado. En el caso del mercado local, la disponibilidad de dinero será una condición determinante.
En ese sentido, consideró que una eventual demanda en el contexto económico que se avecina podría apuntar inicialmente a vehículos usados, seminuevos o pequeños. Y es que la finalidad sería principalmente evitar la exposición a muchas personas, antes que la tecnología y prestaciones. Aun así, anotó, hay segmentos que pueden mantener activa la demanda de vehículos nuevos o inclusive de lujo.
“Los vehículos de alta gama se orientan a un segmento específico del mercado. No creo que su demanda repunte en el corto plazo, pero sí más rápido que otros automóviles. Es un segmento que está en una realidad distinta”, añadió.
Oportunidades
A partir de la expansión del covid-19, los comportamientos en el consumo han cambiado rápidamente. Aunque sus efectos serán tangibles tiempo después de la crisis sanitaria, hay oportunidades que las marcas pueden capitalizar.
Así, La Riva mencionó que el escenario de negocios poscuarentena traerá ocho opciones y desafíos que demandarán una rápida respuesta en el plano digital.
“Muchas empresas no encontraban el camino para la digitalización y la cuarentena obliga a acelerar este proceso de manera explosiva, pero debe haber un plan detrás”, dijo.
Refirió que las oportunidades están en el desarrollo de opciones de entretenimiento en casa, la creciente búsqueda de opciones de educación online, y la inmediatez y transparencia de procesos como preocupación del consumidor.
Asimismo, indicó que se abrirían espacios para un nuevo posicionamiento digital con servicio de delivery, así como en la provisión de soluciones a nuevos problemas, el marketing online y disponibilidad de productos en canales virtuales.
Cuatro perfiles de clientes
Las compras para el hogar se han convertido en una tarea vital a partir de la expansión del covid-19. Y mientras más tiempo dedican las familias a planificar tal actividad, también cambian sus hábitos al momento de decidir por una marca u otra.
El reciente Informe de Audiencias e Inversiones, de Mindshare, señaló que los retos en el abastecimiento de alimentos y otros productos han dado lugar a cuatro tipos de clientes que serán determinantes pasando la cuarentena.
Entre dichos perfiles se encuentren los clientes infieles, cuya preferencia por marcas especiales se reducirá ante el precio, disponibilidad y asequibilidad de otras.
“La fidelidad está condicionada a qué tan cercana ha sido la marca con sus clientes durante la cuarentena. La recomendación ahí es que no paralicen su comunicación en estos días, pero también es clave la disponibilidad en el punto de venta”, señaló Fidel La Riva, CEO de Mindshare Perú.
En declaraciones a Gestión, el ejecutivo también se refirió a otros tres perfiles que los clientes podrían adoptar tras la cuarentena.
Para los racionales, la compra debe ser más planificada y los productos de lujo pierden trascendencia al considerar que viven momentos de recesión.
En tanto, los exigentes buscarán mayor atención y excelencia en el servicio, valorando las recompensas por su lealtad.
En el caso de los ahorradores, su característica cautela será aún más pronunciada y buscarán abastecerse, pero sin derrochar dinero, sostuvo el experto.
Evolución de inversión publicitaria
En las primeras 13 semanas del 2020, la inversión publicitaria llegó a US$ 138 millones, una caída de 14%, según Ibope. Iniciada la cuarentena, la primera semana fue compleja y la reacción de las marcas fue desconectar la comunicación publicitaria, pues algunos contenidos estaban fuera de contexto; desde la segunda y tercera semana las marcas están siendo más empáticas y lanzan mensajes de colaboración, indicó Fidel La Riva.
Recordó que los estragos y la respuesta de las empresas ante el fenómeno de El Niño, en el 2017, muestran ciertas similitudes que podrían contribuir a proyectar algunos escenarios. Así, por ejemplo, dicho evento se desencadenó en la semana 13 del año y las marcas también redujeron su inversión publicitaria. “Esa vez fue una caída del 30%, sobre todo, en marzo y abril”, refirió. Sin embargo, tal inversión comenzó a recuperarse desde mayo y junio, lo cual también podría ocurrir tras la cuarentena, dijo. “Puede suceder siempre y cuando el consumo y la demanda interna respondan”, sostuvo. Para ello, se necesitan medidas que apoyen su reactivación.