Hace unas semanas, la agente de viajes Elisabeth Nelson recibió una curiosa llamada telefónica de un cliente potencial que quería reservar un viaje con TCS World Travel, una organización con sede en Seattle famosa por sus extravagantes viajes en jet privado que cuestan más de US$ 86,000 por persona. Pero este viajero quería algo más: tarjeta de crédito en mano, le preguntó a Nelson sobre la planificación de un viaje a medida a Camboya y Vietnam.

La parte curiosa es que ella tenía 17 años. "Dado nuestros precios, personas de 17 años de edad no son los que suelen llamarnos", dice Nelson, directora general de la división Luxury Custom Travel de TCS. "Su madre finalmente intervino, pero la hija inició toda la investigación. Ella fue la que nos buscó".

En los últimos cinco años, los viajes multigeneracionales han aumentado hasta representar el 50% de los ingresos de viajes personalizados de TCS, y el sector continúa creciendo. Si bien los adolescentes no son los que pagan estos viajes, se encuentran entre los datos demográficos más importantes de la compañía y comprender sus preferencias es un objetivo en constante cambio. Los estados de ánimo de los pueden hacer que las sean un éxito o un desastre, y tratar de obtener su preferencia puede traducirse en lealtad de por vida.

Es por eso que la compañía está lanzando, hoy viernes 24 de agosto, un panel de asesoramiento para adolescentes. Está conformado por ocho niños entre 14 y 17 años que han visitado al menos 15 países y cuatro continentes (incluyendo América del Norte, donde vive la mayoría). Se desempeñarán como consultores a llamado para TCS y crearán pautas para viajar con adolescentes en un esfuerzo por romper con los mitos existentes y fomentar mejores vacaciones familiares.

"La mayoría de las personas asume que todos los adolescentes quieren Wi-Fi, fiestas y una buena foto de Instagram", dice Anna, miembro del panel asesor de TCS. (TCS no informa los apellidos de los adolescentes para resguardar su privacidad). Pero ese es un gran error”, dice la joven de 14 años de Texas, que ha vivido en Perú, Indonesia, Chile y México. "La mayoría de nosotros simplemente quiere aprender sobre las culturas y tradiciones de los países", sostiene.

Después de hablar con varios de los elegidos para el panel, aquí hay algunas maneras de ayudar a evitar el drama en su próximo viaje familiar.

Déjelos hacerse cargo

La experiencia que tienen los adolescentes en redes sociales les da una ventaja natural en la planificación de viajes, de acuerdo con la presidenta de TCS World Travel, Shelley Cline. "Cuanto más involucras a los adolescentes, mejor salen las cosas", dice Cline, quien le da crédito a su hija de 17 años por haber descubierto los mejores restaurantes en su reciente viaje a Portugal. "Son buenos para encontrar lo nuevo o lo que pronto estará en boga "

Dele su espacio

En lugar de sobreprotegerlos, dejar que los adolescentes anden solos puede generar experiencias importantes que el dinero no puede comprar. Josie, de 17 años: "Si un adolescente es organizado y lo suficientemente determinado para investigar un lugar o planificar un viaje, creo que también hay que confiar en que lo hará de manera segura.

La especialista en viajes Nelson dice que una de sus experiencias más formativas fue ir a una discoteca en Mombasa, Kenia, a la edad de 18 años, con la compañía solo de un colega veinteañero de su madre. Devan, de 14 años, dice que comparar experiencias con los lugareños es su parte favorita de viajar, y "de la vida, en general".

No subestime ni planifique demasiado

Buenas noticias para los adultos: los niños no consideran que el turismo tradicional sea tan aburrido como cabría esperar. "A veces la gente olvida que los adolescentes disfrutan de las mismas cosas que los adultos", dice Trent. Los museos funcionan especialmente bien cuando cuentan con docentes que se especializan en visitas para adolescentes o que ofrecen visitas interactivas como la búsqueda del tesoro: servicios que cada vez son más comunes.Aún mejor son las experiencias activas, como aprender a surfear. Entre las actividades más memorables para la consejera adolescente, Josie se encuentran una noche en un iceberg en la Antártida y nadar con tiburones en Bora Bora, en la Polinesia Francesa. Otros recordaron paseos en catamarán en Tailandia y observar orangutanes en Borneo.

Es por esto que la programación puede ser complicada, ya que los adolescentes valoran la flexibilidad y la espontaneidad.

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