¡Utilicemos el CO2!

Para compensar el daño provocado por el CO2, las empresas tienen que comprar derechos de emisión, como el fabricante alemán de acero Thyssen-Krupp. ¿No sería más inteligente utilizar el CO2 como materia prima?

Un fabricante de automóviles alemán de lujo y una empresa francesa de biotecnología se han unido para resolver los dos grandes problemas que han estado retrasando los biocombustibles.

Mientras los fabricantes de automóviles se apresuran a desarrollar vehículos eléctricos e híbridos en respuesta a normas de emisión más estrictas, los fabricantes de biocombustibles están maniobrando para encontrar un futuro en esa revolución promocionando su energía basada en cultivos como más amigable para el medio ambiente que la gasolina.

El gran problema es que deben probar que la producción de biocombustibles a gran escala no empeorará la deforestación, ni utilizará alimentos o alimentos para animales para evitar las críticas de que están aumentando los precios y hambrientos a los pobres.

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