Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

El auge del turismo chino en el extranjero empieza a parecerse al estallido de visitantes japoneses por el mundo luego de la apreciación del yen a mediados de los años 1980.

Salvo que, a diferencia del boom japonés que empezó a desinflarse junto con la economía en la década de 1990, la afluencia china al exterior –que ya excede los 120 millones de personas al año– no muestra signos de disminuir. Una vasta población rural que aún debe urbanizarse y una clase media en rápido crecimiento sustentarán una dramática expansión de los viajes al extranjero, según un análisis de la firma Natixis SA.

Tanto en el caso japonés como en el chino, la creciente riqueza de las familias ha sido el catalizador para un cambio en el gasto "a bienes y servicios más sofisticados, con el turismo en el exterior como uno de los preferidos", escribieron en una nota los economistas de Natixis encabezados por Alicia García Herrero. "Una moneda fuerte también ha apoyado esto".

Alrededor de la mitad de la población china de 1.380 millones de habitantes es clasificada como pobre, con un ingreso anual de entre cero y US$3.000, y la mayoría vive en áreas rurales. El gobierno quiere mudar 81 millones de residentes adicionales a las zonas urbanas para 2020, una política que impulsará más aún la demanda de viajes al exterior.

En forma similar a China, el turismo japonés despegó cuando la clase media se expandía y los ingresos aumentaban; el yen se apreció luego que el Acuerdo del Plaza en 1985 aceleró el proceso. Los viajes a Estados Unidos encabezaban la lista para los japoneses, y Francia era el destino europeo más popular. Pero el estallido de las burbujas inmobiliaria y bursátil en Japón, que llevó a la deflación y el estancamiento, disminuyó el furor de viajes.

Natixis señala que la bonanza china tampoco es algo seguro. Una economía en desaceleración, la eliminación de algunos viajes a causa de la crisis de los refugiados y la amenaza de terrorismo en Europa están entre los riesgos, en tanto que la propia población china, que está envejeciendo, también podría enfriar el ardor para dirigirse al extranjero. No obstante, la iniciativa de expandir las ciudades chinas sugiere que cualquier desaceleración probablemente resulte corta, según los economistas.

En tanto los japoneses se largaron a lugares distantes en los años 1980, los viajeros chinos hasta ahora suelen permanecer más cerca de su tierra, en Hong Kong y Macao. Aunque esto está cambiando. "Ya estamos viendo al turismo chino cada día más interesado en viajar a sitios más lejanos", dijeron los economistas de Natixis. "En realidad, tal crecimiento parte de una base amplia, dada la masiva población china. Ya en este momento, el número de visitantes chinos en Francia es el doble de grande que el de turistas japoneses".

TAGS RELACIONADOS