Ambiente familiar. Si las empresas quieren que sus empleados tengan ideas brillantes, es útil que se sientan cómodos.
Ambiente familiar. Si las empresas quieren que sus empleados tengan ideas brillantes, es útil que se sientan cómodos.

El héroe de la serie británica “The Prisoner” (1967) despierta un día en un misterioso pueblo. Sus posesiones han desaparecido y no le llaman por su nombre sino “Número 6”. Todos sus intentos de escapar fracasan y cada episodio termina con la imagen de unos barrotes superpuestos sobre su rostro. La experiencia de este personaje debe ser harto familiar para un tipo de oficinistas: quienes sufren la diaria tribulación de encontrar un escritorio desocupado (“hot-desking”).

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