(Foto: Captura)
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Bloomberg. Tencent Holdings persigue a los tramposos y los hackers que contaminan PlayerUnknown’s Battlegrounds en tanto se apresta a llevar el juego más vendido del mundo a China.

Previo a su debut oficial este año, la compañía de juegos más grande del planeta reclutó a la policía china para erradicar las bandas clandestinas que fabrican y venden software tramposo.

Ha ayudado a los agentes del orden a descubrir al menos 30 casos y arrestar a 120 personas sospechosas de diseñar programas que confieren ventajas injustas, desde visión por rayos X (muros transparentes) hasta selección automática de objetivo (francotiradores misteriosamente precisos). Los condenados en el pasado cumplieron pena de cárcel.

Es muy importante para Tencent y el desarrollador de juegos Bluehole  llevar a cabo una limpieza en China, que representó más de la mitad de los 27 millones de usuarios del juego, según la firma de seguimiento online Steam Spy.

El país es también la fuente más grande de software tramposo, lo cual debilita un fenómeno estilo Battle Royale que hizo estallar los récords de juegos en 2017 y superó grandes éxitos como Grand Theft Auto V. La proliferación de engaños amenaza con alejar a los usuarios primerizos, vitales para su crecimiento a más largo plazo.

No obstante, siguen prosperando. Las carteleras de mensajes del juego están plagadas de quejas relativas a adversarios misteriosamente indestructibles. Las bandas de software toman ingeniosamente las tablas de clasificación de sus equipos como un espacio publicitario gratuito: el jueves, ocho de los 10 jugadores principales de PUBG tenían nombres como “contact QQ574352672”, irónicamente una cuenta privada en el servicio QQ del propio Tencent a través de la cual jugadores con iniciativa pueden conseguir software tramposo. Un vendedor ofrecía un programa por 100 yuanes (US$ 15) llamado “Jue Ying”, es decir sombra extrema, que, entre otras cosas, oculta a los jugadores y brinda una visión panorámica del campo de batalla. Otro operador QQ envió notificaciones a los clientes advirtiéndoles que debían “mantener el control y no superar los 15 muertos por juego”, presumiblemente para no ser detectados.

“PUBG está atravesando una especie de pubertad y los tramposos amenazan con paralizar su crecimiento”, dijo Kim Hak-joon, que analiza las acciones relacionadas con juegos en Kiwoom Securities Co. de Corea del Sur.

“Lo que hacen los tramposos es esencialmente alejar a los usuarios nuevos y si PUBG no logra conservarlos, no podrá consolidar su aceptación inicial y convertirse en un éxito perdurable”, dijo.

El título coreano es como una versión digital de “The Hunger Games” (Los juegos del hambre), donde 100 combatientes son arrojados a una isla y proceden a matarse unos a otros hasta que queda uno solo. Por ende, el juego se puede manipular fácilmente si tan solo un jugador adquiera suficientes poderes sobrehumanos como para perseguir a los otros 99.

Es lógico que los fans se alejen: los usuarios diarios activos han disminuido pese a que el estudio continúa vendiendo más copias.

“Hay más tramposos que en cualquier juego normal debido a la enorme popularidad que tiene”, dijo Daniel Ahmad, analista en la firma investigadora Niko Partners. Y “China como país de juegos es muy competitivo. De ahí que los deportes electrónicos y el pagar para ganar tengan tanto alcance aquí”.

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