Super Bowl
Super Bowl

Los Rams de Los Angeles y los Patriots de Nueva Inglaterra se enfrentarán este domingo en una nueva edición del de la National Football League (NFL) de Estados Unidos.

Y si bien hay grandes expectativas por el desarrollo de este enorme evento deportivo, la también juega un papel importante para empresas y aficionados. En el 2018, el Super Bowl atrajo 103.4 millones de televidentes, según NBC.

A continuación, una lista de anuncios publicitarios que se hicieron populares por generar controversia entre los televidentes.

Groupon
En el Super Bowl 2011 apareció el primer anuncio televisivo de la entonces candente compañía de internet Groupon, que fue muy criticada luego de que el comercial saliera al aire. El anuncio usó celebridades para yuxtaponer la injusticia en Tibet con una promoción en curry de pescado, la deforestación con una ganga en depilación y las ballenas en peligro de extinción con una escapada turística barata. "Para cuando terminó el partido, era claro que algunos de los 111 millones de espectadores ese año no habían entendido el chiste", informó el portal Ad Age.

Focus On the Family
El grupo de valores familiares cristianos sorprendió a los espectadores cuando consiguió incluir un spot con Tim Tebow en el Super Bowl 2010, que por lo general evita propagandas. Un vocero del grupo dijo que CBS, la cadena que transmitió el partido ese año, “entendió que hay gente que disiente ideológicamente con Focus On the Family en algunas áreas, pero no anticipamos que haya problemas”. Pero, por supuesto, los hubo, porque aún si el anuncio suavizaba la postura del grupo, desató un debate acalorado sobre el aborto.

Levitra
Hubo un tiempo en que los avisos de disfunción eréctil no eran considerados apropiados para el primetime. Levitra y Quantum Group decidieron cambiar todo eso al poner a Mike Ditka en el Super Bowl 2004. Denise Strauss, entonces directora de marketing para salud masculina de Bayer, logró que la NFL cambiara su política respecto a aceptar publicidades farmacéuticas. Ella argumentó que la disfunción eréctil es un problema de salud masculina. Eso duró dos años. En el 2006, la NFL rompió lazos con Levitra y su patrocinio de US$ 18 millones ya que el tono de los anuncios de la categoría se volvió decididamente más sexual.

General Motors
El spot de la automotriz para el Super Bowl 2007 realizado por Deutsch L.A. mostraba a un robot triste que sueña que lo despiden por el pequeño error de dejar caer un tornillo. Se suicida saltando de un puente. GM declaró que su intención era subrayar su obsesión con la calidad, pero la American Society for Suicide Prevention presentó una queja. Como resultado de eso, GM reeditó el comercial para quitar la escena.

White House Anti-Drug Office
Este grupo invirtió US$ 3 millones en un aviso del Super Bowl que estuvo al aire por cinco meses luego de los ataques del 11 de setiembre, y que culpa a las drogas por financiar el terrorismo. “¿De dónde obtienen el dinero los terroristas?, preguntaba la voz over, “Si compras drogas, una parte puede venir de ti”.

Go Daddy
Es difícil encontrar un spot de la empresa de registro de dominios que no hay sido controversial. Uno de los mejores ejemplos es Journey Home (El viaje a casa), que jugó con la obsesión de AB Inbev con los cachorros y los caballos Clydesdale y, en realidad, no se transmitió en el Super Bowl. Eso es porque la previsualización del spot antes del partido enfureció a los amantes de los animales con el final sorpresa.

En el comercial, el cachorrito perdido vuelve a su dueña y ella se siente aliviada porque planeaba venderlo. Las repercusiones hicieron que Go Daddy reconsiderara y Barton F. Graf, la agencia que realizó el anuncio, se apuró para crear uno sin perros que efectivamente salió al aire el día de la final. Las teorías conspirativas afirman que ese fue siempre el objetivo.

Snickers
Dos mecánicos que comparten un Snickers terminan besándose accidentalmente y reaccionan tomando aceite para autos y arrancándose el pelo del pecho como muestra de “hombría”. El website que acompañaba el comercial ofrecía finales alternativos, como que uno de los personajes ataque al otro con una llave. La indignación invadió al público respecto a este spot de TBWA del 2007, y la Gay and Lesbian Anti Defamation League acusó a la marca de dulces de homofobia.

Nationwide
El spot de Ogilvy del 2015 comenzó en forma encantadora, con un niño que habla sobre aprender a andar en bicicleta y otras alegrías de la infancia que no experimentará, hasta que el chico explica que murió en un accidente evitable. El CMO de Nationwide, Matt Jauchius, explicó que el comercial estaba diseñado para empezar una conversación. Y lo hizo: las redes sociales estallaron, afirmando que el anuncio era inapropiado y que aprovechaba la tragedia para vender seguros. Nationwide no participó del Super Bowl siguiente.

Holiday Inn
En un intento de modernizar su imagen vetusta, el comercial de 1997 de la cadena hotelera nos trajo a Bob Johnson, una hermosa mujer trans que sorprende a sus antiguos compañeros de clase en un reencuentro. El punto era que si se veía así de bien con algunos miles de dólares de “mejorías”, Holiday Inn seguramente se vería espectacular con US$ 1,000 millones en refacciones.

Las quejas llegaron desde la Convención Bautista Sureña y Holiday Inn abandonó el spot. A modo de explicación, el entonces vicepresidente ejecutivo y CMO John Sweetwood dijo solamente que el comercial había ofendido a alguna gente y agregó “esa nunca fue nuestra intención”.

Just for Feet
Considerado la metida de pata más alevosa de la historia del Super Bowl, este comercial de 1999 de una zapatería de Birmingham, Alabama, mostraba a un corredor de Kenya descalzo escapando de cazadores blancos que lo capturan, drogan y lo obligan a usar un par de zapatos de Just for Feet. Su racismo descarado llevó a una protesta tal que, para echarle la culpa a alguien, el cliente denunció a su agencia Saatchi & Saatchi Business Communications, alegando mala praxis.

De acuerdo con la demanda, que finalmente fue dada de baja, Just for Feet declaró que había “expresado fuertes recelos e insatisfacción” ante el spot, pero que la agencia “aseguró a Just for Feet que el comercial sería bien recibido en base a la expertise de Saatchi y su experiencia con publicidad y marketing nacional, y que al haberse comprometido a pautar en el Super Bowl era demasiado tarde para desarrollar y producir otro comercial o grabar nuevamente”. En el año 2000, la compañía quebró.