A principios del 2017, Juan Pablo Chirinos, presidente del Grupo Alese, empezó una de las negociaciones más ambiciosas de su firma. Su objetivo era ser el representante de Maserati, la emblemática marca italiana en el Perú. En diciembre firmaron el contrato.

La tienda se abrió en marzo, pero recién hoy será la presentación oficial de la marca. El logo enorme en el frontis ya provocó el ingreso de interesados y el crecimiento de los seguidores en las cuentas oficiales en redes sociales.

La ventaja, añade Chirinos, es que es una marca popular entre los conocedores. Luego agrega que “es la primera vez que Maserati está en el Perú de manera oficial”.

Recuerda, sin embargo, que –a inicios del nuevo milenio– Italmotor trajo para un Motorshow, modelos tanto Ferrari como Maserati para exhibirlos. Allí hubo algunas compras directas, pero –insiste– esta es su llegada oficial.

Todo cuesta
Desde que Alese recibió el visto bueno para que vender Maserati, las coordinaciones con la matriz han sido intensas. Solo montar la tienda donde se exhiben ya los vehículos costará US$ 1.8 millones y estará totalmente lista a mediados de junio.

“Lima tendrá el mejor showroom de la marca en la región por diseño y tamaño. Somos el sexto mercado que se abre en esta parte del continente: está en Brasil, Chile, Uruguay, Ecuador y Colombia”, apunta.

“El Perú es un mercado donde el segmento de lujo vende muy bien. El mercado automotor creció 6% el año pasado, pero este segmento lo hizo a doble dígito”, detalla.

La oferta
El ejecutivo sostiene que una de las principales características de este vehículo es que el comprador puede diseñarlo a su gusto y así poder personalizarlo. “Entre que el cliente pone la orden pasan tres meses para que se lo entreguen”, señala.

Cada mes, sin embargo, el grupo importa 10 vehículos que ya han sido diseñados y que pueden ser directamente adquiridos.

Chirinos sostiene que los cuatro modelos de Maserati en el mundo estarán en Lima. El biplaza, Gran Turismo, el sedán mediano Ghibli, otro de mayor tamaño que es el Quaotroporte, y la camioneta que es la Levante.

El ejecutivo da un detalle. Los precios en la tienda arrancan desde los US$ 89,000, pero pueden viajar hasta donde uno quiera llegar, debido a los detalles que el cliente le agregue al momento de personalizarlo.

Precisamente, la semana pasada llegó a la tienda de San Isidro una edición superequipada del Gran Turismo cuyo valor es ahora de más de US$ 200,000. “Será de los autos más caros que habrá en Lima y en el año esperamos vender unos tres”, refiere.

“No somos una marca de volumen”, admite. El año pasado, la marca vendió 57 vehículos en Chile, casi el triple que el año anterior.

“Cada vez que vez que diseñamos un auto para traer como parte de nuestro stock estamos pensando que le puede gustar a los peruanos”, agrega.