(Bloomberg).- Nueva York presume de ser la más grande y la mejor en casi todo. Pero en lo que respecta a aeropuertos, la ciudad que nunca duerme ha logrado la "hazaña" de ser absolutamente la peor.

Pocos lugares ofrecen tanta decrepitud, congestionamiento o inconvenientes como los aeropuertos de LaGuardia y Newark Liberty, donde se vive la desdicha de los pasajeros. Estos dos se llevan los "honores" como los peor clasificados dentro de los aeropuertos estadounidenses en el estudio de J.D.Power del 2016 sobre satisfacción aeroportuaria. Junto al Logan de Boston, el O'Hare de Chicago y el aeropuerto de Filadelfia cubrieron los cinco últimos puestos.

Se los clasificó en una escala de 1,000 puntos en base a las respuestas de más de 36,000 viajeros que hicieron vuelos de ida y vuelta entre enero y octubre.

Este verano, LaGuardia Gateway Partners, una asociación público-privada con la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, lanzaron un programa de acondicionamiento de US$ 4,000 millones para adaptarlo al siglo XXI. Se va a reemplazar el antiguo edificio de la terminal central con una nueva estructura y se acercarán las 35 puertas de embarque a la autopista adyacente; allí ocuparán un lugar donde antes estaba un estacionamiento, ahora demolido. El nuevo diseño dará más espacio para maniobrar las naves y ayudará a descongestionar LaGuardia.

Sí, Nueva York sigue siendo el infierno de los viajes aéreos. En el otro extremo de la ecuación, los pasajeros nuevamente clasificaron al aeropuerto de Portland, en Oregón, y a los de Tampa, en Las Vegas, y Orlando como los mejores entre los grandes. El de Miami quedó en quinto lugar, desplazando al de Salt Lake City.

Como en los anteriores estudios de J.D. Power, las puntuaciones más altas en general se las llevaron no los gigantes antes mencionados sino los aeropuertos de tamaño mediano. Estos, como es de esperar, tienden a ofrecer más fácil acceso y menos congestión, dijo Mike Taylor, director de práctica aeroportuaria en J.D. Power, que es parte de la firma de inversiones XIO Group, con sede en Londres.

Uno de esos aeropuertos de tamaño medio es el de Indianápolis, que obtuvo la puntuación más alta entre los aeropuertos de los Estados Unidos. Vancouver empató por puntos con Albuquerque, como el mejor clasificado entre los aeropuertos canadienses. Y cuando se trata de un denominador común entre los mejores aeropuertos, puede que no sea una sorpresa que no es la iluminación ni las butacas cómodas o incluso la cantidad de bares lo que favorece a una buena clasificación, sino los baños limpios.

Por orden estos son los cinco aeropuertos que menos satisfacen al público, según el estudio:

Sobre una base de 1,000 puntos, LaGuardia de Nueva York obtuvo 649 puntos, Newark Liberty International 669 y coincidió con las fallas del primero –instalaciones antiguas diseñadas para muchos menos pasajeros que los que sirve hoy en día–. En tercer lugar, con 688, Philadelphia International, también con poco espacio para la gente y las aeronaves que acoge.

Le sigue el aeropuerto internacional O'Hare de Chicago, con un puntaje de 689. O'Hare y Hartfield de Atlanta han sido siempre de los más activos en términos de vuelos y el de Hartfield suele recibir buenas clasificaciones por cómo mueve a sus clientes. Finalmente, el aeropuerto internacional Logan de Boston, que data de 1920, y que pese a varias renovaciones en los últimos años no ha podido ponerse a tiro con el crecimiento constante de los pasajeros. También obtuvo 689 puntos.

Por otro lado, los que obtuvieron mejores calificaciones fueron: el aeropuerto internacional de Indianápolis (794); Buffalo Niagara International (791); Southest Florida International (790); Jacksonville International, también en Florida (789) y Portland International en Oregon (786).