Redacción Gestión

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Excéntricos o relativamente modestos. A veces no escatiman ni esfuerzo ni dinero en consentirse a sí mismos o, a sus seres más queridos. La revista Vanity Fair elaboró un estudio, precisamente, para conocer en qué gastan o invierten su fortuna estos acaudalados personajes.

Dentro de las inversiones más costosas, figura Jeff Bezos, fundador y CEO de Amazon, él adquirió un reloj que dura 10,000 años por US$ 42 millones; por su parte, el inversionista australiano superó a sus pares al adquirir Time Warner Cable por US$ 80 mil millones.

En tanto, con una fortuna de US$ 34.3 mil millones, el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, compró por US$ 30 millones un conjunto de casas en Palo Alto; Sergey Brin, uno de los creadores de Google, invirtió US$ 332.000 en un laboratorio dedicado a la creación de carne sintética.

Larry Page, otro de los fundadores del gigante de Internet, está en el grupo de los que prefieren efectuar inversiones más modestas. Él solo invirtió US$ 1.500 en unas Google Glass, las gafas de realidad aumentada de la multinacional californiana.

El cofundador de PayPal, Elon Musk, también figura en esa misma lista con una inversión de US$ 63.570, la cual efectuó para adquirir un auto Tesla.

Los regalos personales no faltan. Vanity Fair no pierde de vista a los magnates que se limitan a efectuar gastos, no inversiones. El jet privado de la pareja Jay-Z y Beyonce valorizado en US$ 40 millones es un ejemplo de ello. El sofá antiguo por el que Michael Bloomberg pagó US$ 1 millón se une al listado.

Las trufas de la animadora Oprah Winfrey por las cuales paga US$ 2 mil no se quedan atrás. Tampoco lo hace la camiseta por la que Jack Dorsey, fundador de Twitter, pagó US$ 600.