Jossie Morales
Consultora senior en Nutrición de Marsh Perú
El sobrepeso y la obesidad son grandes males que afectan al Perú, y es que, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud, más del 60% de peruanos mayores de 15 años sufre de sobrepeso u obesidad. Según la Encuesta “Enfermedades No Transmisibles y Transmisibles 2019” de la institución, de ese grupo, el 37.8% sufre de sobrepeso, mientras que el 22,3% de obesidad.
Además de ser un factor de riesgo que puedan conllevar a enfermedades crónicas como diabetes o problemas cardiovasculares, se ha evidenciado que la obesidad aumenta el riesgo de fallecimiento y complicaciones en pacientes COVID-19, ya que, esto afecta directamente el sistema respiratorio, al disminuirse la función pulmonar, y altera el sistema inmunológico.
Esta situación nos permite ver que, a lo largo de los años, muchas enfermedades como estas no han estado siendo atendidas y priorizadas debidamente, por lo que, es importante que tanto las entidades públicas y privadas tomen nota del nivel de urgencia en abordarlas.
En el ámbito empresarial, la necesidad de buscar alternativas no sólo se debe a las restricciones y protocolos de salud en el marco de la COVID-19 o que esto pueda afectar directamente a la continuidad del negocio, por tener a la fuerza laboral comprometida, sino que forma parte del reto de las empresas de compartir con los gobiernos la responsabilidad de conservar a la fuerza laboral saludable.
En ese contexto, las empresas ya vienen enfocándose en atender estas demandas. Si bien, de acuerdo al Estudio Retorno Laboral y la Nueva Normalidad 2020, elaborado por Marsh Perú, antes de la pandemia, el 25% ofrecía charlas virtuales de nutrición y el 6% actividad física online, hoy en día son el 46% y 33% que las vienen implementando, respectivamente.
En tiempos de pandemia, los planes de salud y beneficios deben centrarse en generar valor tanto para el individuo como para la organización, lo cual significa brindar beneficios que puedan instituir una verdadera cultura de salud, que incluya una serie de facilidades para la atención preventiva. Si bien el seguro, como producto, ofrece una base, el enfoque de los próximos años debe ser integral, lo cual requerirá complementarlo con otras soluciones.
Entonces, ¿qué beneficios o incentivos pueden implementar las empresas para atender esta problemática? Actualmente, las empresas, han implementado programas de nutrición para los colaboradores con la finalidad de mejorar sus hábitos de alimentación y así poder prevenir enfermedades metabólicas.
Es importante educar a los colaboradores sobre temas de nutrición para que poco a poco vayan mejorando su alimentación. Asimismo, también se vienen realizando iniciativas que estén relacionadas al ámbito cotidiano del negocio y que no requiera una inversión adicional como, gestión y coordinación con los concesionarios de alimentos para elaborar menús más saludables o incentivando el uso de la bicicleta como medio de transporte saludable, al mismo tiempo que es sostenible para el medio ambiente.
Es importante que las empresas sean conscientes también de los límites en los recursos disponibles, especialmente, en un contexto de incertidumbre económica y de lenta recuperación. Por tanto, es necesario que los programas de salud y beneficios sean accesibles y sostenibles en el tiempo, y para ello, será también sustancial identificar las necesidades y preferencias de los colaboradores de tal manera que sean aprovechados completamente.