Una adecuada alimentación en tiempos de COVID-19 ha sido un punto importante para poder enfrentar la pandemia. De este modo, la nutrición es una profesión que ha podido adaptarse a la nueva normalidad, pese a las limitaciones.
Así lo indica Saby Mauricio, Directora de Nutrición Humana de Universidad Privada Norbert Wiener, al precisar que la telenutrición ha sido una oportunidad para conectar con los pacientes.
Señala que ante el coronavirus, se ha observado una mayor demanda por los servicios de los nutricionistas. En tal sentido, dijo que se inició atendiendo a personas infectadas por el coronavirus, donde el gran porcentaje eran personas con sobrepeso y obesidad, seguido de los diabéticos, hipertensos e incluso oncológicos.
“ (En cuanto a la telenutrición) la limitante para nosotros en ese momento eran los exámenes clínicos que requerimos para realizar la valoración nutricional, así como los signos y síntomas en caso de la presencia de deficiencia de nutrientes, además de las medidas de composición corporal, tuvimos que reinventarnos”, sostuvo a Gestión.pe.
Precisó que en el campo asistencial, la demanda se incrementó notablemente porque el paciente COVID-19, sobre todo el crítico, estaba intubado y necesitaba una nutrición especializada que se administra por sondas a través de la nariz para que pueda llegar al estómago o intestino delgado, o en otros casos directamente a la sangre (a las venas).
Mayor preocupación y trastornos
La también ex Decana del Colegio de Nutricionistas del Perú (CPN). señaló que antes de la llegada del coronavirus, ya se tenía preocupación por la población acerca de cómo alimentarse de manera saludable, en tanto el coronavirus ha incrementado esta preocupación que no va de la mano con el manejo que se le ha dado a la pandemia.
Según dijo, se está perdiendo una oportunidad -porque el coronavirus no se ha ido- de reducir los grupos de riesgo que tantas muertes provocaron en el país, esto considerando que el 85.5% de las personas fallecidas eran obesas.
“Si reduces la obesidad, reduces el riesgo. Entonces se debe efectivizar la consulta nutricional dirigida a estos grupos”, manifestó.
Otro de los casos que se han incrementado con la pandemia, precisa, han sido los trastornos de conducta alimentaria. Y es que el teletrabajo y las múltiples actividades (encargo de la casa, hacer de docente para sus hijos, entre otros) que les tocó realizar a quienes se quedaban en casa provocaban la alteración de sueño y con esto surgió nuevamente el síndrome de alimentación nocturna que trae como consecuencia el incremento de peso.
El déficit y otras dificultades
La especialista señala que en el Perú solo existen casi 8,000 nutricionistas para más de 30 millones de peruanos y ese déficit no se ha reducido pese a la coyuntura. Agregó que el contrato de los nutricionistas al igual que todos los profesionales de salud, solo ha sido por contingencia ocasionado por la Emergencia Sanitaria.
Precisó que un total de 25 universidades cuentan con el programa de Nutrición, de los cuales el 70% se encuentran en Lima, por lo que se necesita descentralizar la formación que permita un mayor recurso humano que resuelva los problemas alimentario-nutricionales en cada región.
Señala que quien sabe nutrición es el nutricionista, es decir, quien estudia cinco años de pregrado, dos de maestría y otros tres -actualmente- de doctorado. Incluso realizan una especialidad que permite desarrollar competencias para brindar el asesoramiento técnico en el país.
Sin embargo, indicó que existe una competencia desleal en el país entre los influencers y entrenadores de gimnasio, pues no todos son nutricionistas.
“Que se inscriban a un curso de nutrición y se atrevan a prescribir incluso suplementos, eso es muy grave, eso es poner en riesgo la salud de las personas, está penado, pero allí queda, las normativas son débiles. Cuando fui decana del Colegio de Nutricionistas del Perú dejé el proyecto de ley del ejercicio profesional del nutricionista que le permita al ciudadano no privarlo de su derecho de ser atendido por un nutricionista y resolvamos de una vez todos estos problemas alimentario-nutricionales”, aseveró.
Agregó que el nutricionista no es parte del equipo básico de salud, aún en un país donde los problemas alimentarios encabezan el mapa de morbilidad y no han sido resueltos: anemia, obesidad, diabetes, hipertensión arterial y cáncer. Detalla, además, que Perú es el único país que dentro de la estructura orgánica del Ministerio de Salud (Minsa) carece de una dirección que los resuelva.
Además de ello, existe una debilidad en la supervisión efectiva que garantiza la calidad nutricional de los productos procesados y ultra-procesados.
“Seguimos teniendo casos de ‘leche que no es leche’, ‘chocolate que no es chocolate’, hace unos días el ‘hot dog del pollo no es de pollo’. Espero que en los planes de gobierno de los futuros gobiernos tomen en consideración, la importancia que implica resolver esta situación, la pandemia será solo una anécdota frente al caos que estamos creando”, apuntó.
El dato
Aquellas personas que quieran contar con servicios de un nutricionista con credenciales probadas, puede ingresar a la iniciativa “Conoce a tu nutricionista” en el portal web del CPN y verificarlo. No contar las credenciales para ejercer esta profesión se estaría atentado contra la salud de las personas, por lo que debería ser denunciado, señaló la especialista.