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Abuelas rusas hacen negocios en Instagram

Aunque están lejos de dominar todos los secretos de internet, un grupo de abuelas rusas ofrece en las redes sociales gorros, medias y bufandas tejidas a mano para compensar los magros recursos de las pensiones.

Unas cuarenta babushkas, como se denomina en ruso a las abuelas y ancianas, abrieron en Instagram la cuenta Granny's (), no como pasatiempo sino como fuente de ingresos.

Sus productos son promocionados por medio de la red social de manera casi profesional - las modelos de las fotos son dignas de revistas de moda - y con frecuencia se venden a decenas de euros.

La iniciativa nació hace algunos meses, en San Petersburgo, la segunda ciudad más poblada de Rusia, con la intención de ayudar a las mujeres de entre 55 y 87 años de edad y también para revalorizar "el papel sagrado de la babushka en Rusia", explica a AFP la creadora del proyecto, Ioluia Alieva, de 27 años.

"La babushka juega un rol clave en las familias, ella se encarga de cuidar a los niños, cocinar festines y tejer medias. Pero su pensión es débil. Y al igual que otros adultos mayores, ella lucha por continuar su vida social y conseguir trabajo una vez que está retirada", añade la emprendedora, cuya abuela de 85 años participa en el proyecto.

La situación de personas de edad en Rusia, que en muchas ocasiones es precaria, se encuentra en debate después de que Vladimir Putin decidiera subir la edad de jubilación de 55 a 60 años para mujeres y de 60 a 65 años para hombres, por la primera vez desde la caída de la Unión Soviética.

La situación de personas de edad en Rusia, que en muchas ocasiones es precaria, se encuentra en debate después de que Vladimir Putin decidiera subir la edad de jubilación de 55 a 60 años para mujeres y de 60 a 65 años para hombres, por la primera vez desde la caída de la Unión Soviética.

"Una verdadera diseñadora"

Elena Tretiakova, la primera mujer en unirse al proyecto Granny's, asegura que el proyecto ha cambiado su vida, "Es casi imposible para una mujer jubilada encontrar un trabajo y mi situación es más complicada porque yo solo puedo trabajar desde mi casa".

La señora de 56 años ayuda a su hija a cuidar y criar a su nieto discapacitado de 14 años. Gracias a la venta de sus productos tejidos, ella gana 70.000 rublos (885 euros) por mes, una suma "enorme" según ella ya que su jubilación es un poco más de 150 euros.

Los precios de los productos van desde unos cuantos euros hasta 150 euros. Las jubiladas que trabajan en Granny's hacen entre 380 a 890 euros por mes, cuando una pensión promedio de un jubilado en Rusia es de 180 euros.

En un principio, Alieva buscaba babushkas interesadas en el proyecto por medio de conocidos. Ahora, muchas mujeres la contactan porque se enteraron del proyecto por artículos publicados en la prensa.

El negocio ha logrado expandirse afuera de San Petersburgo, sus productos son enviados a regiones en el norte como los Urales y más gracias a .

"Durante mucho tiempo pensé en cómo ganar dinero con mi trabajo", explica Nina Lojkova de 58 años. "Pero vender mis productos afuera del metro, es humillante, en mi opinión. Pero aquí, me siento como una verdadera diseñadora, no una persona pobre".

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