FOTO 12 | 12. En Moscú, los expatriados ganan US$ 135,909 en promedio al año.
FOTO 12 | 12. En Moscú, los expatriados ganan US$ 135,909 en promedio al año.

A un mes del comienzo de la , la tensión entre Rusia y las potencias occidentales marca los últimos preparativos de la competición, que el país anfitrión espera utilizar como instrumento para situarse de nuevo en el primer plano geopolítico.

Si la elección de había provocado algunas controversias en diciembre de 2010, la situación es mucho peor ocho años después: Rusia se ha enfrentado a las potencias occidentales debido a Siria y Ucrania, además de encontrarse en el epicentro de un gigantesco escándalo de dopaje y en medio de una ola histórica de expulsiones ligadas al envenenamiento del antiguo espía Serguei Skripal en Inglaterra.

A 30 días de la competición, que comienza el 14 de junio en Moscú con el Rusia-Arabia Saudí, la no está preocupada. Los estadios y las infraestructuras están preparadas, después de un gran esfuerzo económico.

Moscú ha gastado cerca de 15,000 millones de dólares para organizar el evento, ofreciendo a la mayor parte de las 11 ciudades que acogerán el torneo sus primeros programas de renovación urbana desde la caída de la Unión Soviética.

Los aeropuertos se han ampliado o reformado. Se han construido hoteles en las ciudades donde los turistas extranjeros no suelen viajar. Y los estadios modernos han salido de la tierra, con la duda de cómo se utilizarán cuando el Mundial baje el telón.

La herencia de la ha sido estudiada minuciosamente. Si los Juegos de Sochi fueron un éxito, su coste desmesurado de 56,000 millones de dólares dejó un gusto amargo.

Moderna y dinámica, la ciudad balneario a orillas del Mar Negro ha recuperado su lustre de antaño, aunque muchos hoteles están actualmente desocupados o abandonados.

¿Disfrutará la Rusia de las ciudades medianas, alejada de los turistas y de las dos capitales que son Moscú y San Petersburgo, del Mundial para comenzar a explotar plenamente su potencial económico?

Los aficionados al fútbol se interesan poco por las consideraciones geopolíticas, más preocupados por posibles problemas de violencia, el ambiente en las ciudades o los medios para acceder a los estadios.

En Rusia lo primero que descubrirán es que están en un país muy grande. La organización solo escogió ciudades situadas en la parte europea del país, pero 2,500 kilómetros separan Kaliningrado, al oeste, de Ekaterinburgo, al este: la misma distancia que entre París y Moscú.

Con respecto a la seguridad, ha multiplicado las operaciones contra los ultras más violentos, vigilados desde muy cerca en los últimos meses y con su libertad de movimientos seriamente restringida.

Alexei Smertin, referente de la lucha contra la discriminación y el racismo en el Mundial, ha pasado un año dedicado a la prevención y a intentar reducir los incidentes racistas relacionados con el fútbol.

En abril, tras los gritos de mono escuchados en varios partidos en Rusia, hizo un llamamiento a "prohibir el acceso a los estadios a los aficionados que infrinjan la ley".

Ambición deportiva
"Ustedes trabajan para hacer de esta la mejor Copa del Mundo de la historia": la felicitación del presidente de la FIFA Gianni Infantino, la semana pasada en Sochi, habrá sido del gusto de Putin.

Pero el presidente ruso, que no es aficionado al fútbol, tiene pocas opciones de celebrar una victoria de su selección en el Mundial. La 'Sbornaia' no ha ganado en sus últimos cinco partidos amistosos e iniciará la competición en la penúltima plaza de la clasificación FIFA entre los equipos clasificados.

El objetivo oficial es alcanzar los cuartos de final, pero superar la primera ronda ya será complicado: Arabia Saudí es un rival abordable, pero luego vendrán Uruguay, con Luis Suárez y Edinson Cavani, y Egipto, con la sensación Mohamed Salah.

Stanislav Cherchesov, el seleccionador, no cuenta con ningún jugador de clase mundial sobre el que construir su equipo.

Putin no se ha prestado al juego de los pronósticos. "Esperamos que todos nuestros jugadores estén implicados, que lo den todo. Y lo más importante, deben mostrar un fútbol intransigente, el fútbol que los hinchas adoran", señaló en Sochi.