Los últimos partidos de Neymar también han estado marcados por su volatilidad emociona. (Foto: Reuters)
Los últimos partidos de Neymar también han estado marcados por su volatilidad emociona. (Foto: Reuters)

Latinoamérica se fue temprano de con la cabeza gacha. Grandes estrellas como Lionel Messi o y sus selecciones, que amenazaban con llevarse el reinado, están ya de vacaciones. La región verá a distancia cómo una selección europea levantará la Copa Mundial el 15 de julio por cuarta vez consecutiva.

¿Casualidad? ¿Sólo una estadística deportiva o refleja las diferencias organizativas, de infraestructura y de formación entre ambas regiones? ¿El fútbol ya no es de las figuras sino que se asienta en el juego colectivo?

Equipos vs. figuras
Latinoamérica ha dado históricamente grandes figuras que fueron vitales para la conquista de los campeonatos mundiales, como Pelé o , y siguió apostando a ellas, pero la tendencia parece haberse revertido en Rusia-2018, donde los talentosos aportan para asegurar un salto de calidad al juego colectivo y no al revés.

"En este Mundial ha prevalecido el colectivo por encima de la figura y por eso es que los equipos que hoy se perfilan para ser campeones tienen un alto valor colectivo y sus figuras trabajan para el equipo. Están regresando a la base original del fútbol asociación", dijo a la AFP Raúl Gutiérrez, entrenador de la selección mexicana Sub-17 campeona mundial en el 2011.

En cambio, Alberto Bengolea, excongresista peruano y periodista deportivo, considera que el fútbol latinoamericano no ha fracasado en Rusia porque históricamente "en los mundiales europeos han sido seleccionados de ese continente los que se han metido entre los cuatro primeros y han logrado el título".

El único caso de un seleccionado sudamericano que ha ganado un título mundial en Europa fue el Brasil de Pelé en Suecia-1958.

"El fútbol se ha vuelto más mezquino en este Mundial donde los equipos europeos prefieren conservar la pelota en lugar de arriesgar. En cambio los sudamericanos apostaban por una propuesta más ofensiva. Ha primado más el resultado que el espectáculo", subrayó.

Pérdida de identidad
De su lado, Carlos Salas, director del diario Marca en Bogotá, consideró que en este Mundial se confirmó "algo que se veía venir. Las dos principales potencias, Brasil y Argentina, han perdido su identidad histórica".

¿Por qué?
"Mientras las federaciones y los clubes de Europa se han preocupado cada vez más por profesionalizar a sus equipos desde las categorías inferiores, aquí se han preocupado básicamente de sobrevivir económicamente y la única manera que han encontrado viable para esto ha sido fabricar jugadores para exportarlos por millonadas a Europa. Eso les ha penalizado la garra, no han tenido un modelo de juego, de ahí viene también la pérdida de identidad de varios países de América", subrayó Salas a la AFP.

Crecen desde el pie
No solo son notables las diferencias económicas y de infraestructura entre , también los programas de base en las formativas que en el Viejo Continente se han transformado en políticas de Estado.

Salvo excepciones, en Latinoamérica se descuida la formación global del joven en las inferiores y cuando aparece un talento inmediatamente los clubes intentan que fiche en Europa para aliviar sus problemas económicos.

Gutiérrez consideró que los éxitos de Francia e Inglaterra, ambos semifinalistas en Rusia 2018, obedecen a un trabajo de largo plazo de al menos una década.

De Francia "no se puede hablar de una situación esporádica. Es una selección que ha venido creciendo a base de golpes. Se le ha dado un seguimiento a todos esos jugadores y a jugadores de experiencia. Se ha renovado esa plantilla de jugadores internacionales. Ha sido un proceso de trabajo que mínimo lleva 8 o 10 años".

También destacó como "muy meritorio" el trabajo de Inglaterra porque "encontraron un proyecto donde le dieron seguimiento a todas sus selecciones".

Vigentes campeones mundiales Sub-17 y Sub-20 en 2017, Inglaterra establecerá un récord de las tres principales categorías si es campeón en Rusia-2018.

También las selecciones
En un artículo con su firma en el diario brasileño O Globo, el periodista Martín Fernandes dio una vuelta de tuerca al sostener que la hegemonía de los clubes europeos sobre los latinoamericanos ahora se ha extendido a las selecciones.

El brasileño Corinthians es el único club sudamericano que ha logrado romper el dominio de los equipos europeos en el Mundial de Clubes desde el 2007, con su título del 2012.

"La hegemonía de los clubes, fácilmente explicada por factores como la organización y el dinero, finalmente se extendió a las selecciones. Y nada indica que esta tendencia vaya a cambiar", aseguró en su columna publicada el viernes pasado.

Y recordó: "históricamente equilibrado, el recuento de títulos mundiales entre los dos continentes que realmente importan en este deporte terminará en el 2018 con goleada: Europa 12 x Sudamérica 9".
El entrenador uruguayo Oscar Tabárez, gran conocedor del fútbol europeo y sudamericano, fue gráfico al establecer las diferencias.

"Hablar de supremacía del fútbol europeo es desconocer la realidad histórica, económica e infraestructural del fútbol. Bolivia no tiene las infraestructuras de Alemania, ni nosotros las de Inglaterra", resumió Tabárez, al frente de la celeste desde hace 12 años.

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