Los Juegos Olímpicos Río 2016 ya están en marcha y organizar este evento tuvo un costo de US$ 4,560 millones debido principalmente a la construcción de hoteles, mejoras en los aeropuertos, reubicación de favelas y la construcción de la Villa Olímpica.

Pese al elevado costo, el evento brasileño está lejos de ser el más caro de la historia, pues el monto está muy lejos de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi para los que el gobierno ruso invirtió US$ 21,890 millones en 2014, según un informe del World Economic Forum (WEF).

Según el diario El Mercurio, los juegos de Sochi estuvieron plagados de denuncias de corrupción pero pese a ello, el certamen superó todas las estimaciones, en gran medida debido a que las autoridades querían usar el certamen como una plataforma para mostrarle al mundo el poderío de la nueva Rusia.

Su referente más claro fue el de Beijing 2008, juegos con los que China logró maravillar al mundo con una ceremonia de inauguración que aún hoy se recuerda, y según los datos del WEF, el gigante asiático invirtió solo US$ 6,810 en ese certamen.

Los segundos JJ.OO. más caros de todos los tiempos fueron los de Londres, ya que las autoridades británicas gastaron US$ 14,960 millones para celebrar las competencias.

El tercer puesto, en tanto, fue para Barcelona 92, cuando el gobierno español invirtió US$ 9,690 millones.

Estos dos últimos certámenes son recordados por ser de los más exitosos en términos económicos.

En el caso de la cita londinense, su aporte fue que ayudó a Gran Bretaña a salir de la recesión en la que cayó tras la crisis financiera de 2008. Los de Barcelona, por su parte, jugaron un rol trascendental en el auge que vivió la economía española a principios de la década de los 90.

De hecho, ya se calcula que los Juegos Olímpicos que se llevaran a cabo en Tokio en 2020 costarán US$ 8,300 millones, mientras que la cita de invierno que se realizará en la ciudad coreana de Pyeongchang ya ha comprometido unos US$ 6,000 millones.

Si los presupuestos se mantienen, la cita japonesa será la cuarta más cara y la coreana la octava.