Uber apuesta por la Bolsa de Valores de Nueva York. (Foto: Reuters)
Uber apuesta por la Bolsa de Valores de Nueva York. (Foto: Reuters)

La Oferta Pública Inicial de Uber en la Bolsa de Nueva York está a la vuelta de la esquina. Pese a la expectativa que han generado, los títulos bursátiles de la compañía enfrentarán riesgos relacionados con su operación, con factores externos y con su competencia.

El viernes 26 de abril, a través de los documentos que Uber entregó a la SEC, el regulador bursátil de Estados Unidos, se pudo conocer que la compañía espera recaudar US$ 1,000 millones para alcanzar una capitalización bursátil de más de 91,500 millones, lo que la colocaría entre las firmas tecnológicas mejor valuadas en su salida a Bolsa.

La propia empresa citó en los documentos entregados al regulador una vasta cantidad de riesgos que enfrenta su operación en todo el mundo. En su declaración de registro ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), Uber dedica 50 páginas a los riesgos que implica invertir en sus acciones.

“Cualquiera de los siguientes riesgos podría tener un efecto adverso en nuestro negocio, condición financiera, resultados operativos o prospectos y podría hacer que el precio de negociación de nuestras acciones ordinarias disminuya, lo que causaría la pérdida total o parcial de su inversión”, advirtió la compañía.

Para Ángel Amancio, analista independiente de Bull & Bear, Uber es una empresa millennial, lo que hace que su salida a Bolsa genere interés y que arranque con ímpetu. “Creo que de inicio le va a ir bien, aunque estará sujeta a factores de riesgo como las regulaciones, la competencia y la seguridad de sus operaciones”, dijo.

Uber fue fundada en 2009 y, a diez años, cuenta con operaciones en 700 ciudades de 63 países en donde atiende a 91 millones de usuarios cada mes. Si bien algunos bancos de inversión, como Softbank, colocaron la expectativa de valoración bursátil de Uber en 120,000 millones de dólares, la compañía ha mesurado esta expectativa, lo que, no obstante, la coloca entre las mayores de la historia de las tecnológicas, sólo por debajo de Facebook.

En un rango entre los 45 y 50 dólares por papel, la compañía fijaría el precio de la acción el 9 de mayo y el 10 la lanzaría en la Bolsa de Nueva York, de acuerdo con un reporte de Reuters que cita a personas conocedoras del proceso.

Competencia, el principal reto
En su prospecto a la SEC Uber enlistó como el primero de los riesgos que enfrentan sus acciones a la intensa competencia que enfrenta en los sectores a los que se dedica. La compañía advierte que los segmentos de movilidad personal, entrega de alimentos y la industria de logística son altamente competitivos, cuentan con alternativas bien definidas y de bajo costo y competidores bien capitalizados en varias regiones del mundo. “Si no podemos competir eficazmente en estas industrias, nuestras perspectivas comerciales y financieras se verían afectadas negativamente”, refirió.

Lyft, OLA, Careem, Didi, Taxify, Lime, Bird, Waymo, Cruise Automation, Tesla, Apple, Deliveroo, Swiggy, Postmates, Zomato, Just Eat y Amazon son sólo algunos de los competidores que Uber ve en los tres segmentos en los que opera y de los que advierte que están “bien capitalizados y ofrecen servicios con descuento, incentivos para conductores, descuentos y promociones para el consumidor, productos y ofertas innovadoras y modelos de precios alternativos, que pueden ser más atractivos para los consumidores que los que ofrecemos”.

La compañía citó a México como uno de los países en los que, junto con India, Brasil y otros en Europa, Medio Oriente y África, ofrece la posibilidad de que los usuarios paguen en efectivo y advierte que dichos viajes representan aproximadamente 13% de sus reservas brutas globales, aunque están sujetas a condiciones regulatorias propias de cada país. Basta recordar que a finales de abril, la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México reiteró la prohibición para que las empresas de redes de transporte puedan cobrar en efectivo por sus servicios.

El que sus conductores sean considerados como empleados y no como contratistas independientes; la reducción de tarifas y descuentos y promociones para usuarios y conductores; crecimiento de sus gastos e imposibilidad para generar ganancias en el corto plazo; golpes a su reputación como el que sufrió cuando se dio a conocer una brecha de seguridad de la información en sus sistemas; la vinculación de sus conductores y usuarios con actos violentos o criminales; ataques informáticos a su plataforma, y una deuda de US$ 7,500 millones que se suman a la lista de desafíos detectados por la compañía.

La apuesta es la innovación
De acuerdo con Jacobo Rodríguez, de la casa consultora Black Wallstreet Capital, se espera que la Oferta Pública Inicial de Uber alcance los US$ 100,000 millones, lo que ha creado mucha expectativa. No obstante, para el analista, un buen ejemplo para prever lo que sucederá con los papeles de la compañía es lo que ha sucedido con su rival Lyft.

Lyft completó su OPI con una valoración de US$ 24,300 millones de dólares, lo que corresponde a unas 11 veces sus ingresos de 2018. Desde entonces, las acciones de la compañía han mostrado un pobre desempeño, que se refleja en una caída de casi 20% de su valor en el mes que llevan cotizando en la Bolsa de Nueva York.

“Se ha dado un boom de Ofertas Públicas Iniciales porque el ánimo del mercado es optimista. Si este ánimo sigue como hasta el momento, los inversionistas van a pagar precios altos por esta colocación. El término de colocación de Lyft se colocó en la parte alta del rango”, dijo Jacobo Rodríguez.

Para este analista, pasará mucho tiempo para que los inversionistas comiencen a ver ganancias en la compañía. “Puede ser una colocación bastante alta por lo esperada que es, pero en el futuro las fluctuaciones de las acciones no creo que sean tan favorables”.

Rodríguez prevé que el objetivo de Uber es el desarrollo de innovaciones tecnológicas, especialmente aquellas que tienen que ver con los vehículos autónomos. “Es un proyecto de muy largo plazo, Uber es una empresa que ha estado invirtiendo en proyectos de conducción autónoma y ese financiamiento que va a obtener por la OPI lo va a destinar seguramente a este desarrollo”.

“En el momento en que Uber sea la primera que logre concretar estos desarrollos de vehículos autónomos, pues ahí sí sus márgenes de ganancia van a hacer que la empresa sea rentable, pero es una proyección a muy muy largo plazo”, remató.

Diario El Economista (México)
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