La publicidad es una excelente herramienta para transmitir las bondades de una marca de producto o de una marca corporativa, pero es masiva, se esparce a todos los públicos, aunque alguno no sea de nuestro interés.

Las relaciones públicas, en cambio, son personalizadas, y podemos acceder a través de ella a destinatarios muy específicos.

Las relaciones públicas desempeñan un papel esencial, no solo en el plan de comunicaciones de la empresa -que permitirá una adecuada interacción con los colaboradores y sus diversos públicos-, sino en el plan estratégico general que permite el desarrollo y el logro de objetivos en todos los frentes, incluido el económico.

En la actualidad, las relaciones públicas y las comunicaciones están pasando a tener una visión más holística, abarcando todas y cada una de las áreas donde interna y externamente la compañía debe desenvolverse; y se la sitúa como función directiva.

Se empieza a considerar en nuestro país lo que ya es una tendencia en países desarrollados: que toda la comunicación de la organización sea gestionada o al menos coordinada por un Director de Comunicación (comúnmente denominado “Dircom”) para lograr una política comunicacional más coherente e integrada que persiga todos los fines que la institución se haya propuesto.

Para muestra, un botón: en el vídeo podrá ver un caso concreto del valor de las relaciones públicas.