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Por Daniel Higa HaradaEnviado especial a Marrakech, Marruecos

Desde su aparición en 1970, la Range Rover ha sido el modelo top de la marca Land Rover, un posicionamiento que se ha ido consolidando pese a su complicada historia. La marca fue, inicialmente, parte de la inglesa Rover (ya desaparecida); luego, estuvo por poco tiempo en manos de , que la vendió a y esta, como una de las medidas para superar la crisis del 2008, la vendió a la empresa india Tata, que la ha salvado con una buena inyección de capital y entusiasmo.

Creada para combinar la capacidad off road de los rústicos Land Rover (conocidos ahora como modelo Defender) y con el confort de los autos de semi lujo que fabricaba por aquellos años Rover, la aparición del Road Rover, que luego formalmente se llamó Range Rover, trajo como novedad el uso de resortes helicoidales, en lugar de muelles, que aportaban mayor comodidad en carretera. La marca entró a competir con modelos como el Ford Bronco y Jeep Wagoneer.

Hoy, tras más de 42 años de historia, llega finalmente la cuarta generación de Range Rover. Es la más tecnológica y lujosa, pero sin perder nada de su legendaria capacidad off road.

Técnica de aluminioEsta nueva generación no solo marca un hito importante en términos tecnológicos al incorporar un chasis y una carrocería íntegramente fabricadas en aluminio, tecnología que comparte con Jaguar y que le ha permitido bajar hasta 420 kg en relación con el modelo saliente, sino que se anticipa a una serie de todocaminos y todoterrenos de lujo que proponen las marcas Bentley y Maserati, sin perder de vista tampoco a con su exitosa Cayenne.

Para conocerla a fondo, viajamos en vuelo privado desde Madrid a la ciudad de Essaouira, en la costa atlántica de Marruecos, donde iniciamos un largo pero emocionante periplo hacia el corazón de este país del Magreb, la gran ciudad de Marrakech, con una serie de rutas y obstáculos especialmente propuestos para poner a prueba la capacidad off road de este vehículo.

Todoterreno en el desiertoLlaves en mano, tomamos una Range Rover color plata con motor a gasolina V8 Supercharged de 502,8 HP, capaz de acelerar a 100 km/h desde partida detenida en 5,4 segundos. La camioneta estaba equipada en versión tope Autobiography, con exquisito interior de cuero negro, incluido el techo. La nueva generación cuenta con enormes aros de 20 pulgadas (incluso, hay la opción de hasta 22 pulgadas). Con ello, nos encontrábamos listos para un viaje que iba a comprender absolutamente toda posibilidad de terreno.

Y eso lo vivimos con solo iniciar el día en las dunas, aquellas formadas por esa arena cobriza que caracterizaba al Paris – Dakar legendario y original, donde la Range Rover con un sistema de tracción 4WD Terrain Response de segunda generación y, ciertamente, un motor con mucho torque se lució en su manejo. La suspensión neumática eleva la carrocería con solo elegir el modo de manejo en arena (puede regularse a +40mm y +75mm), se puede poner la caja de transferencia en Low al presionar otro botón y se tiene una altura libre de 30 centímetros y bien pensados ángulos de ataque y salida. Nada de complicaciones: en este nuevo modelo, la electrónica ayuda y asiste, incluso activando el control de descenso de forma automática.

Pero gran parte de su polivalencia no solo está en superar todo obstáculo con facilidad, sino en tener la posibilidad de salir del desierto y dejar que la electrónica se encargue de bajar la suspensión y modificar los parámetros del control de estabilidad y tracción para poder atacar una autopista a alta velocidad.

Lujo del AtlasEl interior está a la par de los mejores representantes del lujo británico, sobre todo en la versión Autobiography, que cuenta con exquisitos acabados en esa madera que solo los ingleses saben hacer de forma perfecta, cuero de doble costura en colores personalizables y hasta un equipo de sonido firmado por Meridian de 1.700 W con nada menos que 29 parlantes.

Para los urbanitas que dejan al chofer todo el estrés del tráfico, también hay la posibilidad de elegir asientos posteriores independientes bajo el paquete Executive Class, con posibilidad de reclinarse, climatizador independiente y butacones en cuero con calefacción, ventilación y masaje. Un lujo no particularmente asociado a una todoterreno, sino a un sedán de alta gama, pero que en una Range Rover se combina a la perfección.

Rumbo a la nieve del Atlas, tuvimos una gran prueba con un torrentoso río, donde fuimos abriéndonos paso río arriba superando el torrente y el elevado nivel del agua. Una verdadera complicación que se hace fácil en una Range Rover con enorme par en reserva, buena altura libre gracias a la suspensión neumática y un sistema de tracción que evalúa el terreno para bloquear los diferenciales central y posterior.

Es así que, en dos días de puro manejo, partimos del Atlántico, cruzamos la campiña marroquí, vimos las puertas del Sahara y llegamos a la nieve del Atlas. Todo en absoluto confort y una dinámica altamente mejorada gracias al menor peso del vehículo. El lujo de la nueva Range Rover no solo se mide por su apariencia, sino también por su polivalencia.