Dakar
Dakar

El primer en formato concentrado, con sólo diez etapas en un único país, dejó nuevamente maravillados a los pilotos con las dunas del desierto de Perú, a orillas del océano Pacífico, pero a la vez les supo a poco porque el recorrido se repetía hasta pasar incluso tres veces por el mismo punto.

Por primera vez en su historia el Dakar tuvo que ceñirse a un solo país, y en este caso a medio, pues la edición que terminó este jueves en Lima se desarrolló solamente en la mitad sur de Perú, prácticamente por las mismas rutas por donde el rally ya había pasado un año antes.

En ese mismo espacio desértico, donde el año pasado hubo cinco etapas, los organizadores de la carrera tuvieron que calentarse la cabeza para inventarse otras cinco etapas más y así hacer diez días de competición en un bucle gigante que

Dentro de ese bucle, hubo más bucles de ida y de vuelta donde dibujaba un circuito que serpenteaba por las dunas, los valles de 'fesh-fesh' (arena muy fina) y los ríos secos para sacar el mayor número de kilómetros posibles y alcanzar así los no menos de 300 kilómetros de tramo cronometrado diarios.

"Para mí es un poco artificial", comentó el piloto francés Stéphane Peterhansel, toda una autoridad dentro del que añora hacer etapas más lineales y rectas donde la caravana cruce países o incluso continentes enteros, como en 1992 cuando atravesaron África de norte a sur.

El 'Señor Dakar', como se le conoce en Francia a Peterhansel por ser el piloto más laureado de la carrera con trece títulos (seis en moto y siete en coches), afirmó en varias ocasiones que Perú es el mejor sitio para hacer el rally en un solo Dakar por las condiciones de su desierto, a las que compara con el Sáhara.

Sin embargo, manifestó su incomodidad por tener que dar tantas vueltas para después volver al mismo punto donde había comenzado el día.

"Yo tengo la sensación de haber estado siempre en el mismo tramo. Hace falta más variedad", indicó el piloto español Carlos Sainz este jueves tras cruzar la meta.

Sainz tiene claro cuál es, bajo su criterio, la fórmula perfecta para tener un Dakar en versión extendida y muy completo: "Perú, Chile y Argentina".

El también piloto español Joan Roma, que terminó segundo en coches, contó que tuvo que pasar tres veces por el mismo sitio donde hace un año tuvo un grave accidente que le obligó a abandonar el Dakar en la tercera etapa y estar varios días hospitalizado en Lima.

Más crítico fue su compatriota el aventurero Jesús Calleja, quien afirmó que "o el Dakar se reinventa o se suicida" si es que los organizadores no escuchan la opinión de

En la misma línea estuvo otro español, Isidre Esteve, quien manifestó que le gustaría que las siguientes ediciones del Dakar tengan más países además de Perú. "Perú es un país excepcional, pero estaría bien que hubiese más variedad", señaló.

"Hay que entender a la organización. Es difícil sacar una carrera como el Dakar en solo un país. Hay muchas zonas protegidas. Parece que el país sea muy grande, pero no se puede ir por todas partes", explicó Esteve.

El catalán, que corre en un coche adaptado para su discapacidad tras quedar parapléjico en un accidente de moto en el 2007, destacó que la ventaja de un Dakar tan concentrado es que es muy exigente, sin ninguna etapa de transición en la que los pilotos se puedan relajar.

Más positivo vio este Dakar el motociclista chileno Pablo Quintanilla, quien indicó que le gustó cómo ha sido esta edición 100% peruana.

"La rutas han estado súper entretenidas con una mezcla de arena, piedras y caminos. Claramente me gustaría que volviese Chile. Creo que un Dakar con un Perú y Chile sería perfecto, muy completo", apuntó.

De momento la incertidumbre predomina sobre la del Dakar, cuyos organizadores comenzarán a planificar en estas semanas con consultas a los países sudamericanos por donde la carrera ya pasó antes.

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