Redacción Gestión

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(Bloomberg).- Las personas pagan suscripciones mensuales a periódicos, servicios de telefonía móvil y membresías en gimnasios, ¿por qué no hacerlo con los viajes aéreos?

La startup OneGo está dispuesta a aplicar ese modelo a las aerolíneas, con la esperanza de atraer viajeros de negocios con un cierto grado de previsibilidad financiera -- y ahorro -- en el mundo frecuentemente caótico de las tarifas aéreas.

La empresa también apunta a simplificar las reservas: cuando un cliente potencial sugiere, por ejemplo, almorzar mañana en Chicago, la tarifa de último momento no le iría a afectar. OneGo lanzó su aplicación móvil el lunes, y proyecta tenerla disponible en la tienda Apple para el 1 de marzo. También ha planificado una versión bajo Android.

"Eliminando factores tales como precios y pagos, se le permite a la gente concentrarse en lo que necesitan", dice el fundador Paulius Grigas.

Utilizando siete de las mayores aerolíneas de los Estados Unidos, OneGo divide al país en cuatro regiones. El abono mensual es de US$ 1,950 para vuelos en cualquiera de tres de las zonas, y US$ 1,500 para la Costa Oeste. El plan que abarca todo el territorio nacional tiene un valor de US$ 2,950 mensuales.

Para que el modelo de negocio funcione, OneGo tiene que asegurarse que el precio abarque una gama de viajes de último momento y otros en inicialmente 76 aeropuertos, incluyendo las principales ciudades de los Estados Unidos y otros destinos menores, como Aspen, Colorado, Lubbock, Texas, Pensacola, Florida, y Savannah, Georgia.

Pagar por adelantado el vuelo y bloquear los costos fijos nos es una idea nueva dentro del sector. American Airlines Group Inc., United, Air Canada, y otras líneas aéreas ofrecen este tipo de productos. American Airpass parte desde US$10.000 y ofrece tasas de descuento para pasajes de último momento.

Bajo el plan básico OneGo, se pueden mantener cuatro reservas para cualquier momento, y los viajes deben reservarse con siete días de anticipación. No cubre cargos por equipaje ni upgrades. Por un adicional mensual de US$750, se puede tener hasta ocho reservas.

Ciertas opciones cuestan más. En el plan nacional, por ejemplo, añadir la posibilidad de reservar vuelos de último momento tiene un costo de US$1950 más por mes, y los cambios ilimitados de vuelo cuestan US$950.

OneGo apuesta a atraer suficientes usuarios como para que las líneas aéreas le ofrezcan los descuentos que les dan a las grandes corporaciones.

Grigas admite que la empresa va a perder dinero en algunas ocasiones, pero apuesta al largo plazo siguiendo el mismo modelo actuarial que rige a las compañías de seguro y los gimnasios – es decir que no todos los que pagan una suscripción de US$1950 al mes, van a volar por el equivalente a esa cifra –. Y al igual que el gimnasio, el servicio de OneGo se renueva automáticamente hasta que se lo cancele. El equipo ha probado el modelo durante 15 meses y cada vez tiene más confianza.

Aun así, los vuelos prepagos pueden seguir siendo un producto nicho porque nadie confía realmente en el complejo software que configura las tarifas aéreas: en un momento cuesta US$200 y a los 20 minutos se reduce a US$175. Así que algunos viajeros no estarían muy convencidos de entregar dinero por un viaje antes de tener que realizarlo efectivamente.