Notre Dame . Foto: AFP
Notre Dame . Foto: AFP

¿Qué riesgos entraña para la salud? ¿A partir de qué cantidad se considera que la concentración es peligrosa? Estas son algunas de las dudas que plantea la contaminación por plomo, seis meses después del incendio de la catedral de Notre Dame de París.

-¿Qué riesgos hay? -

Durante el incendio de Notre Dame el 15 de abril, varios centenares de toneladas de plomo de la estructura de la aguja y del techo se fundieron, y una parte se propagó por el aire en forma de partículas, algo peligroso porque el plomo es una sustancia tóxica. “No existe ninguna concentración en sangre que no implique peligro”, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este metal entra en el organismo por inhalación o por ingestión y luego se difunde hasta llegar al cerebro, el hígado, los riñones y los huesos. Una exposición aguda o crónica a niveles altos comporta problemas digestivos, de riñones, lesiones en el sistema nervioso o anomalías en la reproducción.

Los niños, cuyo sistema nervioso está en pleno desarrollo, son muy vulnerables a esta intoxicación, también llamada “saturnismo”. Su tendencia a llevarse los objetos a la boca aumenta el riesgo.

Incluso las bajas concentraciones en sangre “pueden afectar a la inteligencia del niño y provocar problemas de conducta y dificultades en el aprendizaje”, según la OMS.

En Francia, desde 2015, se habla de casos de saturnismo por encima de una concentración de plomo en sangre de 50 microgramos por litro de sangre y se fijó un “umbral de vigilancia” en 25 µg/l.

- ¿Qué concentración en el entorno? -

Caminar sobre polvo de plomo no presenta ningún peligro, pero uno puede llevárselo a casa en la suela de los zapatos, con el riesgo de que los niños lo ingieran.

El Alto Consejo para la Salud Pública de Francia (HCSP) recomienda que se realicen pruebas de detección de saturnismo infantil si se sobrepasa el umbral de 70 µg/m2 en el “polvo presente en la vivienda”. Según esta indicación, se podría encontrar una concentración de plomo en sangre superior a 50 µg/l en cerca del 5% de los niños.

El HCSP pide que se preste una especial atención a los suelos de las escuelas y de otros espacios colectivos para niños.

El Ayuntamiento de París se basó en estas directrices para tranquilizar a los padres, tras los análisis efectuados en una decena de establecimientos del barrio de la catedral a mediados de mayo: ninguno superaba, “en promedio”, los 70 µg/m2, si bien se hallaron valores puntuales más altos.

Con todo, durante el verano se realizó una “limpieza profunda” de las escuelas de los alrededores “por precaución”, a la que siguieron nuevas mediciones.

A finales de julio, la asociación Robin des Bois presentó una denuncia por la contaminación que generó el incendio, acusando a las autoridades de haber reaccionado tardíamente y de forma poco transparente.


TAGS RELACIONADOS