auto eléctrico
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La situación ambiental en América Latina empeorará en los próximos años debido al incremento desmedido de la flota vehicular, a menos que los gobiernos de la región aumenten su apuesta por los vehículos eléctricos, advirtió un alto representante de Naciones Unidas.

"Estamos sufriendo una contaminación atmosférica muy fuerte en las ciudades de América Latina y el Caribe" y este problema "va a incrementarse de forma drástica", dijo Leo Heileman, director regional de ONU Medio Ambiente.

El organismo advirtió esta semana que la flota vehicular "se está expandiendo más rápido que en cualquier otra zona del mundo y podría triplicarse durante los próximos 25 años", lo que produciría "un colapso de las infraestructuras" y un "aumento proporcional de emisiones contaminantes".

Incluso, estaría en riesgo el acuerdo de París sobre cambio climático, para limitar el incremento de la temperatura a finales de siglo.

"Si no hacemos políticas para la movilidad eléctrica, va a ser más difícil alcanzar esas metas" de París, señaló Heileman.

Para evitar este dramático escenario, la ONU considera imprescindible apostar por el transporte eléctrico, tanto público como privado.

"Hay interés"

Estudios apuntan que si la flota actual de buses y taxis de 22 ciudades latinoamericanas fuera reemplazada inmediatamente por vehículos eléctricos, se ahorraría para el 2030 casi US$ 64,000 millones en combustible.

Además, se reducirían 300 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono y se evitaría la muerte prematura de 36,500 personas.

"Es importante el transporte masivo eléctrico. Eso es clave para reducir el problema. El otro punto es ajustar la forma en que podemos trabajar a distancia para reducir la demanda de transporte", sostuvo Heileman.

En el mundo circulan 3 millones de automóviles eléctricos de pasajeros, el doble que en el 2016, y para el 2040 se espera que 55% de los nuevos vehículos vendidos sea eléctrico.

Mientras tanto, en América Latina, Medellín (Colombia) prepara el despliegue de 1,500 taxis eléctricos para el 2020, mientras que Chile aspira a superar los 2,000 buses eléctricos en el 2025.

Además, Uruguay ha construido estaciones de recarga eléctrica en 300 km de sus principales carreteras turísticas, lo que constituye la primera ruta regional de esa clase, y ha exonerado de tasas de importación a los vehículos eléctricos de uso comercial.

Argentina ha bajado los aranceles también para este tipo de autos de 35% a 2%, y en México dos empresas adelantan proyectos para fabricar estos vehículos.

En Centroamérica, Costa Rica lidera, según ONU, los planes para la transformación del sistema de transporte, mientras que Panamá acaba de presentar su primer bus eléctrico.

"Hay mucho interés (de los gobiernos), pero un problema grave es el financiamiento" por lo que se necesitan alianzas entre el sector público y privado para impulsar medidas, indicó Heileman.

Introduzca el texto aquíCambio será lento


Se estima que para el 2050 la flota de automóviles llegará a 200 millones de unidades en Latinoamérica.

Esto implicará un aumento en la demanda de combustibles y en las emisiones de gases causantes del calentamiento global.

Sin embargo, especialistas descartan que la sustitución de los vehículos convencionales se produzca a corto plazo por el alto costo de los vehículos eléctricos, aunque Gustavo Máñez, de ONU Medio Ambiente, considera que hay buenas razones para cambiar.

"Casi todo el mundo en la región tiene acceso a enchufes de electricidad en casa o en el trabajo, y considerando que los vehículos están estacionados más de 90% del tiempo, podrían ser cargados casi en todas partes a un costo casi 10 veces menor que el de los combustibles fósiles", dijo.