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Sandra Vargas Gutiérrezsandra.vargas@diariogestion.com.pe

Hasta hace poco, el whisky japonés pasaba inadvertido en el mundo. "En Estados Unidos creían que debía estar hecho de arroz, que el debía provenir solo de Escocia", explica Gardner Dunn, embajador de la destilería japonesa Suntory.

Pero en el 2003, en una especie de marco cómico, esta marca fue mencionada en la película "Perdidos en Tokio" (2003), donde Bill Murray interpreta a un actor que viaja a la capital nipona para hacer publicidad sobre ella cuando conoce al personaje a cargo de Scarlett Johansson.

Sin embargo, no fue hasta el 2014 que la demanda del whisky japonés se disparó. Entonces, Jim Murray, crítico inglés que visita destilerías desde 1975, otorgó el primer puesto de la "Biblia del Whisky 2015" – que incluye los 500 mejores del mundo – a Yamazaki Sherry Cask 2013 (del grupo Suntory), con 97.5 puntos de 100.

La bebida nipona al alzaAsí comenzó el ascenso de esta bebida, incluso después de la elección del Mejor Whisky del 2016 hecha por Jim Murray en su decimotercera publicación.

En ella, desplazó al whisky japonés al quinto puesto, y ubicó en el primer lugar al canadiense Crown Royal Northern Harvest Rye, en el segundo al estadounidense Pikesville 100, tercero al irlandés Midleton Dair Ghaelach y cuarto al estadounidense William Larue Weller.

Aún así, en los últimos cinco años, las exportaciones del whisky japonés (no solo del Yamazaki, cuya botella cuesta unos US$ 150) se incrementaron en 179%, de acuerdo con un reporte de la Oficina de Comercio Agrario de Japón, publicado en mayo pasado. Entonces, ¿qué pasó con el whisky escocés?

La otra cara de la monedaLa salida del de los primeros lugares de la "Biblia del Whisky"–el último primer lugar fue de Glenmorangie Ealanta, en el 2014– en los dos últimos años fue un duro golpe para los destiladores de ese país.

Sobre todo porque en Escocia, el es más que una bebida bandera, es sinónimo de negocio: 35,000 personas trabajan en él y hasta el 2014 se movían más de US$ 5,800 millones al año en exportaciones, un 20% a Estados Unidos y otro 38% a la Unión Europea, según ABC.

Sin embargo, en el 2014 (el mismo año en el que se difundió la salida del whisky escocés del podio de la "Biblia del Whisky"), las exportaciones de este producto bajaron alrededor de 7%, aunque las exportaciones globales también habían caído 3%. Además, la BBC informó que el consumo de whisky en Estados Unidos cayó en 9% y llegó a US$ 1,104 millones.

En tanto, para Jim Murray, el whisky escocés ya dejó de ser uno de los mejores del mundo debido a su falta de innovación: "Necesitan una dosis de humildad, algo ya se ha perdido. Otros ni se acercan".

La próxima edición de la "Biblia de Whisky" se publicará en octubre y ya corren las apuestas: ¿regresará el a la cima?