Bloomberg.- Navegar en yate por la Riviera Francesa tiene connotaciones de fiestas en cubierta con champán, atravesar un mar color turquesa en motos acuáticas y tener un equipo para rociar su cara bañada por el sol con niebla de Evian, todo por el precio mínimo de US$10.000 por semana.

Hasta ahora, los que no cuentan con presupuestos de cinco y seis cifras han tenido dificultades para vivir esa vida de yate.

O usted "conoce a una persona" que puede alquilarle un barco por el día, o recurre a los canales oficiales de una agencia. ¿Unas horas en un pequeño catamarán en Cannes? Puede llegar a más de US$1.000 después de rondas de negociaciones con contratos, comisiones y copias de papel carbónico.

O puede pasar por alto el sistema y vivir sus sueños marineros por meros 99 euros (US$117) al día.

Esa es la promesa detrás que le hace Float, un innovador que lanzó el servicio en junio pasado en Mónaco y St. Tropez, y que se está expandiendo rápidamente a otros mercados marítimos importantes. Piense en ello un poco como en Airbnb.

El sitio de alojamiento le permite alquilar una habitación en un apartamento o el apartamento completo, dependiendo de cuánto le gustaría gastar o ahorrar.

También lo hace Float: le permite reservar solo un "asiento" si usted no tiene siete amigos para ayudarlo a pagar el costo de un barco completo, o puede reunir un grupo de amigos y rentar un crucero pequeño. Tome el enfoque anterior, sin embargo, y puede terminar haciendo nuevos amigos cuando arroje el ancla para darse una zambullida.

Cómo funciona"Nos parecemos más a NetJets que a un taxi acuático", dice el cofundador de Float, Jean-Jacques Boude, haciendo una comparación entre su startup y el pionero de la propiedad fraccionada de jets –que pertenece a Berkshire Hathaway, el cual se vio afectado por la recesión pero ahora se encuentra estable y crece después de 53 años de operación. Airbnb y Uber, dice, también han inspirado su enfoque.

"Vendemos chárters diarios por asiento o por cabinas durante unos días a bordo, a través de una aplicación totalmente digital", dice. (El modelo se compara mejor con el programa de aviones privados a reacción NetJets, que le permite comprar "horas de vuelo" sobre la base de sus necesidades).

De hecho, el servicio es en mayor grado una experiencia emocionante que un taxi acuático. Aunque Float lo llevará a un club de playa que esté de moda en Pamplona o La Mala para pasar el día, el atractivo consiste más bien en estar en el agua que ir desde el punto A al punto B. Navegas, brindas, nadas en el Mediterráneo, tal vez incluso vas a pescar o das un paseo en moto de agua.

La reserva tarda entre dos y tres minutos, en primer lugar: registrarse en la aplicación o en el sitio web, elegir su origen y destino, seleccionar el número de plazas que desea reservar e ingresar su tarjeta de crédito. Momentos después le envían un pase de embarque a su Apple Wallet.

Sin contratos, sin recargos y sin costos ocultos. (Ese es un factor distintivo, dice Boude, señalando que las compañías chárter tradicionales acumulan abundantes cargos de combustible y alimentos en las rondas de negociaciones contractuales).

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