(Foto: Diana Chávez)
(Foto: Diana Chávez)

Aunque de momento alejada de las tablas, Norma Martínez es considerada una de las actrices más sobresalientes de la escena local. Hoy ‘recarga baterías’ en el otro lado del telón.

Está a cargo de la dirección de “Orlando”, el clásico de Virginia Woolf, que narra las peripecias de un carismático noble que un día despierta convertido en mujer. “Es una obra con muchas capas, de las más profundas a otras más livianas sobre el ser, la identidad y el sentido de la vida”, relata sobre el montaje que va hasta mayo en el Teatro Británico y que aspira a tener un 80% de ocupabilidad.

“Orlando” toca un tema vigente y sensible para algunos. ¿Cómo abordarlo?

Sí. Es un texto que da una mirada distinta a la conversación sobre género que nos tiene tan ocupados. Es increíble cómo antes de que se inventara la palabra género, Woolf ya hablaba de eso. Es ese rasgo visionario que queremos resaltar en la apuesta que mezcla un montón de estilos, porque la novela es así: irreverente, burlona, sencilla.

¿Por qué esta obra?

Creo que las personas somos más que un género, una edad o un tiempo. Tenemos una esencia que trasciende, y “Orlando” expone eso. Se trata de agregar una mirada más irreverente, sin quitarle seriedad a este compromiso de lucha por la igualdad de género.

¿Qué singularidad tiene dirigir un clásico como este?

La adaptación propone la idea del coro, lo cual hemos releído. El lenguaje es tan hermoso que no resulta difícil acercarse. A eso se contrapone un trabajo visual y coral bello. Ha sido un arduo trabajo con los actores para aterrizar ese lenguaje y que no suene ampuloso o solemne, que es algo que detesto en el teatro.

El arte de la autogestión

Desde hace cerca de dos años, junto a la también actriz Fiorella Pennano, Martínez lanzó Animalien, productora con la que ha puesto en escena montajes, que ya han recorrido escenarios fuera de Lima y se han presentado a festivales locales.

¿Qué planes tienen para la productora Animalien?

En el 2017 y el 2018 montamos una obra por año. Ahora, antes de producir una obra nueva, queremos sacar partido a lo que ya tenemos. Así que vamos a reponer “Pulmones” y “Solo cosas geniales”. Con esta obra, vamos nuevamente a estar en provincias, que es algo que hicimos el año pasado con “Pulmones”. Estuvimos en cinco provincias y en escenarios que no están considerados en el circuito teatral.

¿Han establecido alianzas con marcas?, ¿cómo funcionan?

Hemos tenido dos aliados principales: ISM y Fundación BBVA. Los teatreros estamos acostumbrados a buscar financiamiento. No siempre es posible. Pero, claro, hay parámetros que nos interesa respetar para poder hacer girar las obras.

¿La taquilla puede llegar acubrir?

Si tienes un buen aliado, puede que la taquilla sea importante. A mí me interesa la investigación, hablar de temas que considero relevantes y cubrir nuevos lenguajes teatrales. Entonces, los proyectos tienen que estar muy bien sustentados.

Lo importante es qué y cómo estás contando una historia para que despierte el interés de un auspiciador.

(Para conseguir auspicios para el arte) hay que ser sensible sobre qué tema puede interesar a cada quién.


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