Nicolás Córdova (Foto:Violeta Ayasta)
Nicolás Córdova (Foto:Violeta Ayasta)

A mitad del 2018, Nicolás Córdova comenzó a liderar el comando técnico de Universitario. Llegar al cuadro crema significaba una gran oportunidad para su carrera, pero sabía que la situación no era la ideal.

“Sabíamos que llegábamos a un club con un déficit en todo sentido”, señala.

A las complicaciones administrativas, se sumaron las deportivas. “La gente cree que a la cancha entran 11 jugadores, pero juega todo el club. La repercusión que genera el trabajo de un utilero o un paramédico es tan determinante como lo que hacen los futbolistas”, afirma. “En ese sentido, es muy grato seguir aquí”.

- Desarrolló su carrera en Italia. ¿Qué podríamos replicar aquí del fútbol europeo?
Hay un tema de organización que allá está bien estructurado. En Italia tienes los horarios de partidos desde el inicio de temporada para poder anticipar la logística. Eso genera que los clubes incluso puedan ahorrar. No como puede suceder aquí en Sudamérica, donde cada año no se sabe si se jugará con 18, 14 o 16 equipos. Además está la infraestructura de los clubes.

- En cuestión de infraestructura, ¿cuál es la situación de la U?
Cuando llegamos hace siete meses, todo esto no existía (señala una oficina bien equipada). Hemos ido consiguiendo cosas para que cuando nos vayamos, independientemente de los resultados deportivos, esto quede. Me siento un privilegiado de trabajar en Perú y de lo que tenemos en Campo Mar. Una de las formas de crecer es gracias a la infraestructura.

- ¿Cómo se han financiado las mejoras?
Teníamos un monto para hacer la pretemporada, pero preferí que se invierta en Campo Mar y hacer la pretemporada aquí. Se mejoró el gimnasio, el camarín, la cocina y las canchas.

- ¿Encargarse de esas tareas es algo que normalmente hace un técnico?
No debería, pero cuando hay carencias y cuando hay disposición de la dirigencia, sí. Pero ojo, nosotros no hemos impuesto nada.

- ¿En qué beneficia a lo deportivo?
Va generando sentido de pertenencia del jugador hacia el club y que juveniles u otros futbolistas quieran venir a la “U”. Además, en lo deportivo, hace que los jugadores tengan el mejor rendimiento.

- Lleva varios meses dirigiendo en el Perú, ¿cuál es su impresión?
Siempre he dicho que el fútbol es el espejo del país. El fútbol peruano va en la misma dirección en la que va el país: no quiere gente corrupta, que tenga un buen funcionamiento, que se juegue en horarios adecuados. Pero los cambios no son de un día para otro. Se necesitan a veces hasta décadas, pero se va en esa vía.

- ¿Y el futbolista peruano?
Es algo que conversé con Ricardo Gareca el año pasado. Existe la percepción de que el futbolista peruano es flojo, pero no es así. Gareca me dijo algo al respecto.

- ¿Qué le comentó Gareca?
Que el jugador peruano “necesita que le arranquen el motor. Y cuando lo hacen, no hay vuelta atrás”. Lo pones a jugar a la 1 p.m., y juega, lo pones en altura, y corre. Es alguien que necesita mucho estímulo pero que sí tiene disposición.

- ¿Cuál es el potencial de este club, a pesar de haber tenido malos manejos?
Creo que el espíritu del club está cambiando. No voy a dar un juicio porque no me interesa lo que pasó.

- ¿Cómo ha cambiado en ese aspecto?
Con nosotros, la administración se ha portado bien. No es fácil porque hay una deuda de arrastre que no es menor. Hemos tenido que hacer un mercado inteligente, pero me enfoco en la parte deportiva y ellos me dicen si se puede hacer o no.

- ¿Cómo ha evolucionado su relación con el hincha?
Todos recuerdan aquel episodio cuando vinieron a Campo Mar, pero sería injusto hablar solo de eso y no en función a la relación que he tenido con el resto, que es magnífica.

en corto

Redes sociales. Córdova sostiene que ya no usa redes sociales, excepto Whatsapp. “Me di cuenta de que pasaba más tiempo en el teléfono que teniendo relaciones interpersonales con los que quiero. Es una herramienta que te tiene conectado en otro lado, pero no en el lugar donde estás”, afirma el entrenador.