Redacción Gestión

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Londres (Reuters).- Un grupo de estrellas de la música pop le cantaron el lunes a la reina Isabel II de Inglaterra y a una multitud se congregó frente al Palacio de Buckingham en las celebraciones por los 60 años de la monarca en el trono, pero la fiesta se vio ensombrecida por las noticias de la hospitalización de su esposo.

El príncipe Felipe fue llevado a un hospital debido a una infección, algo que el Palacio de Buckingham calificó como "una medida preventiva".

El esposo de la Reina permanecerá en observación por varios días, lo que significa que se perderá la parte final de las celebraciones por el jubileo de Diamante, pero la monarca estuvo en el recital en el que se presentaron Paul McCartney, Annie Lennox y Stevie Wonder, entre otras figuras de la música.

En una despejada noche, cientos de miles de personas coparon la avenida roja que lleva a la residencia londinense de la monarca, que cuenta con 775 habitaciones, y vieron el recital en pantallas gigantes.

En el final del show de tres horas, la reina, visiblemente cansada, subió al escenario junto a su hijo y heredero al trono, el príncipe Carlos, quien leyó un sentido tributo.

Tras agradecer a los artistas y los ingenieros que permitieron la realización de la celebración, dijo: "Lo único triste en esta noche es que mi padre no puede estar con nosotros porque lamentablemente no se encuentra bien". "Pero señoras y señores, si gritamos lo suficientemente fuerte, quizás nos escuche desde el hospital", agregó.

El príncipe buscó que el público mostrara todo su afecto por una monarca que es vista como un símbolo de estabilidad y servicio en momentos de desilusión política y problemas económicos.

"Como nación, es nuestra oportunidad de agradecerte, a ti y a mi padre por siempre estar ahí para nosotros", dijo Carlos.

Tras sus palabras y una ensordecedora ovación para la reina, la noche terminó con el himno nacional y un gran despliegue de fuegos artificiales.