El arte es otra ventana para el #MeToo. (Vídeo: AFP)

El movimiento que explotó a nivel mundial a fines de 2017 inspira varias obras que se exhiben este año en la Feria de Arte de Basilea, la más grande del mundo.

Los visitantes descubren maniquíes inflables con vestidos blancos de airbag creados para proteger a las mujeres del acoso en su lugar de trabajo, y detalles de presuntos delitos sexuales de unas 170 figuras públicas expuestos en cuatro largos muros salpicados de rojo.

Las mujeres artistas se encuentran en el centro de la escena de esta 50ª edición, con sus obras e instalaciones "in-your-face" que expresan el enojo y la exasperación de las persistentes desigualdades de género y los abusos y acosos condenados por la sociedad.

La española Alicia Framis ha llenado una habitación de delicados maniquíes blancos con vestidos hecho de material de airbag, que se activan para proteger diferentes partes del cuerpo femenino.

La obra titulada "Life Dress" (vestido de vida) consiste en vestidos para "proteger a las mujeres en todas las situaciones de trabajo en las que hay algún tipo de abuso", dijo Framis a la AFP.

La artista de 52 años dijo que habló con víctimas de acoso y abuso y sus historias inspiraron el diseño, utilizando "la moda para protestar contra de la violencia".

Mientras Framis recurre al humor, Andrea Bowers, artista basada en Los Ángeles, opta directamente por la ira con su gran proyecto de archivos "Open Secrets" (secretos al descubierto).

Consiste en impresiones fotográficas con fondo en rojo, cada una mencionando el nombre y el oficio de la figura pública acusada de acoso sexual o abuso, su respuesta pública a las acusaciones y detalles del caso.

'Cultura de la violación'

El exproductor de Hollywood Harvey Weinstein, cuyos presuntos delitos lanzaron el movimiento , tiene dos paneles completos dedicado a su larga lista de presuntos delitos.

El presidente de Estados Unidos, , también aparece en la obra, al igual que sus predecesores Bill Clinton y George Bush padre, dos jueces de la Corte Suprema, actores, periodistas y músicos, entre otros.

"Pienso que el movimiento #MeToo es quizás uno de los movimientos feministas más importantes de mi vida", dijo Bowers a la AFP, al referirse a su inspiración para la obra.

Bowers, de 54 años y que se presenta como una artista activista feminista, afirmó que había quedado conmocionada al darse cuenta de "lo que fue crecer para mí en esa cultura de la violación donde los hombres jóvenes tenía permiso para violarnos sexualmente a mí y a mis amigas".

Con el movimiento #MeToo, este tipo de comportamiento está finalmente "siendo reconocido", dijo. "Espero que sea un cambio histórico".

Durante la premiere a principios de semana, muchos hombres se detuvieron frente a la obra que cubre dos amplios muros, de ambos lados, en el medio del gran espacio de exposición de la feria.

"Puedes ver a muchos hombres de pie aquí y un poco inseguros sobre cómo reaccionar", señaló Vanja Oberhoff, un joven inversor de arte alemán. "Es una obra muy potente", agregó a la AFP.

Pero no todas las reacciones son positivas.

Helen Donahue, quien en 2017 tuiteó fotografías de su cuerpo con marcas por supuesto abuso del columnista independiente Michael Hafford, manifestó su indignación por el hecho de que Bowers haya utilizado una de sus imágenes.

"Genial que mis malditas fotos y trauma se dirigen a la feria de Basilea. Gracias por explotarnos para el +arte+ ANDREA BOWERS", tuiteó el jueves.

Bowers, que insiste en la importancia de confiar en los supervivientes, publicó rápidamente un pedido de disculpas por no haber pedido permiso a Donahue antes de utilizar la foto y retiró el panel de su exhibición.