Kate Young
Kate Young

Por Luciana Tello

Si hay alguien a quien las estrellas deben buena parte de su éxito y contratos, es Kate Young. La estilista australiana es la intermediaria entre las actrices y las mejores firmas de lujo. Prácticamente, cada look que elabora para los grandes eventos se hace viral en Internet. Por eso, su trabajo la ha llevado a encabezar el ranking de los estilistas más famosos por tercer año, según The Hollywood Reporter.

Entre sus mejores clientes, se encuentran Selena Gomez, Margot Robbie, Natalie Portman, Dakota Johnson, Sienna Miller y Michelle Williams.

Sin embargo, fueron las hermanas Kardashian las que se encargaron de retornarle la corona al decidir abandonar a la gurú de la moda de Los Ángeles, Monica Rose, para dejarse aconsejar por Young.

Sus inicios

El primer trabajo de Young, quien se especializó en historia del arte, comenzó en Vogue, pero no como editora, sino como pasante de relaciones públicas en las oficinas de Londres.

Ascendió a escritora, editora del mercado de la moda y asistente de Anna Wintour. Cuando llegó la oportunidad de ayudar a un estilista, Young fue por ella, aunque uno de sus jefes le dijera que “no tenía estilo”.

La especialista ahora se jacta de vestir a más de 20 celebridades, haber elaborado 13 editoriales de revistas, ser consultora para 11 marcas, y haberse encargado de 20 publicidades, según describe en su página web oficial.

Secretos del éxito

“Mi trabajo es asegurarme de que (mis clientes) estén en las listas de mejor vestidas. Si no lo están, en algo estoy fallando”, comentó en una entrevista con The Telegraph.

Por eso, Young explica que trata de reflexionar en cada cliente a nivel individual y tener una visión clara de lo que necesitan.

“Quiénes son, cómo se van a ver mejor a nivel de silueta, color y demás cualidades físicas; y cuál es su estilo personal para perfeccionarlo y seguir trabajando sobre él con cada aparición”, se cuentan entre las cuestiones que debe resolver.

En cuanto a su estrategia comercial con las marcas, la fashionista trata de relacionarse con las grandes marcas que sus clientes desean usar hasta convencerlos de vestirlos en lugar de otros. “Es un juego de poder político, aunque parezca más una compra”, confiesa.

La revista especializada Business of Fashion señala que los mejores estilistas reciben un promedio de US$ 500 por una sola mirada del fotógrafo. Y los costos aumentan desde el envío de una bata hasta la confección y limpieza en seco del vestuario.

Anécdotas

Uno de los mejores vestidos durante la última edición de los Óscar fue el Chanel de Margot Robbie, la nominada a mejor actriz por el filme “Yo, Tonya”.

Pocos saben que el diseño no era nuevo ni la primera vez que se veía sobre la alfombra roja. Era una versión del modelo de alta costura que vistió Penélope Cruz en el 2015.

En lugar de críticas y comparaciones de la prensa, Chanel anunció ese mismo día que Robbie sería la nueva embajadora de la firma.

Pero uno de sus trabajos más reconocidos y que la ayudó a consolidarse en redes como un referente de estilo fue al lado de la cantante Selena Gomez: se encargó de sus looks en su transición de niña a mujer.

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