Courrèges. (Foto: AFP).
Courrèges. (Foto: AFP).

Aprovechando la , vitrina mundial de la industria, Courrèges anunció un giro de 180 grados: renuncia a su emblemático vinilo y se sube al carro de la corriente ecológica, que gana terreno entre las firmas.

La nueva directora artística de la casa francesa, la alemana Yolanda Zobel, dejó huella nada más empezar, proclamando "el final del plástico" y la entrada en un periodo de "concepción de tejidos alternativos".

Cuando el creador de la marca futurista, André Courrèges, adoptó el vinilo en los años 1960, este material "encarnaba un futuro democrático, liberador. Hoy el mundo se ahoga en el plástico, y nuestro futuro depende de su obsolescencia", indicó la firma, previamente a su desfile parisino.

El diseñador francés, que simbolizó la revolución de la moda de los años 1960 con sus minifaldas y botas planas en PVC, hizo de sus chaquetas de vinilo el sello de su firma.

Courrèges posee todavía un stock de 6,000 metros de vinilo. A partir de ahora, cada nuevo producto realizado con este material llevará inscrito la cantidad restante disponible: una cuenta atrás que finalizará con el último centímetro.

Durante el desfile, Zobel, de 43 años, presentó una colección construida a base sobre todo de tejidos naturales, si bien algunas bandas de vinilo aparecen en las chaquetas o forman un bañador blanco que evoca la indumentaria de Mila Jovovich en el filme "El Quinto Elemento", como un último homenaje a una época pasada.

"El mensaje de esta colección es que hay que ser activos en el presente para un futuro mejor", dijo a la AFP la diseñadora, que ha trabajado en firmas como Giorgio Armani y Chloé.

"Es nuestra responsabilidad hacer pasar este mensaje a través de la belleza y la moda", insistió la directora artística de Courrèges, que con esta decisión pretende "hacer descubrir" la marca a un "público más joven, más internacional".

Paralelamente, la firma francesa inauguró este miércoles un espacio efímero junto a su histórica tienda cerca de los Campos Elíseos de París, donde venderá una colección cápsula llamada "El final del plástico", con prendas realizadas con eco-nailon y algodón biológico.

La industria de la moda representa la segunda más contaminante del mundo, después de la del petróleo.

Frente a un público cada vez más sensibilizado ecológicamente, las grandes firmas, así como los jóvenes creadores, buscan reducir su impacto medioambiental, especialmente utilizando tejidos reciclados, una técnica que se conoce como el "upcycling".

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