Se está creando diamantes en un laboratorio, utilizando un reactor de plasma que alcanza una temperatura tan alta como el Sol.
Los diamantes naturales se hacen de carbón puro, sometidos a miles de millones de años de presión y altas temperaturas, a profundidades cercanas a 100 kilómetros bajo tierra.
Pero Diamond Foundry obtiene estas piedras preciosas de un reactor de plasma, átomo por átomo, a partir de un pequeño “diamante madre” sacado de Canadá. El proceso toma cerca de un mes.
La idea es producir diamantes que son indistinguibles de sus contrapartes naturales, pero sin las controversias que rodean a los diamantes reales.
Disfrute más videos de Deutsche Welle.