(Foto: USI)
(Foto: USI)

Cuando se menciona a la alpaca, el Perú se proclama orgulloso de ser su principal país productor. Se celebran su exclusividad y lujo superiores a cualquier material sintético.

Sin embargo, hay un reto grande para la industria de la moda local. Y es que esta fibra “aún no está posicionada a nivel internacional, lo cual significa que es totalmente prescindible”, apunta Herbert Murillo, gerente general de Sol Alpaca en diálogo con Gestión.

“Cuando voy al extranjero, me encuentro con muchas personas que no conocen nada de la alpaca. Si les hablo del cashmere, todos lo conocen”, confiesa Jessica Rodríguez, gerente general de Anntarah.

Otras materias de origen animal más conocidas y que compiten con ella son la angora y el camello, de acuerdo con Samuel Revilla, gerente general de Kuna.

Impacto en la cadena

Por eso, el sector público y privado trabajan en labores de divulgación en el mercado internacional. Al no tener un lugar estable en la mente del consumidor, la industria alpaquera “se comporta de forma cíclica, con subidas y bajadas estrepitosas”, explica Murillo.

Si el precio del textil sube, las marcas del exterior optan por dejarla fuera de sus colecciones sin mayor problema.

Por otra parte, el posicionamiento se relaciona directamente con el primer eslabón de la cadena de producción: la crianza de alpacas.
Esta se ha debilitado con los años, pues los hijos de pastores encargados ya no quieren seguir con la labor al no considerarlo un negocio.

Para revertir la necesidad, Rodríguez señala que “el reto es lograr que la alpaca esté visible y se ponga de moda”.

El rol de los actores

Según las firmas, el trabajo de la promoción a través de diseñadores es insuficiente. Estos ayudan a difundir el uso de la alpaca en colecciones que luego ganan prestigio al pisar las pasarelas de Nueva York.

No obstante, “en términos cuantitativos, el resultado de generación de divisas vía un creativo no son determinantes en lo que requiere vender la industria”, asegura el empresario Murillo.

“Esta tarea aislada no crea la potencia necesaria para darse a conocer mundialmente”, añade Revilla.

Se requiere vender en volumen para poder contratar más personal en las fábricas y que los pequeños talleres estén motivados.

Estrategia

En ese contexto, la plataforma Alpaca Fiesta “promociona la fibra y reúne a los actores de la cadena en charlas, ruedas de negocio, desfiles y networking”, comenta Rodríguez.

Además, la empresaria resalta que “los nuevos talentos de las escuelas de diseño deberían tener acceso a información sobre la alpaca y sus beneficios”. Así como alinear la educación a la tendencia mundial de la responsabilidad social.

Por su parte, Samuel Revilla aconseja incorporar clientes, cadenas de distribución y gestores de marcas de lujo, pues esto ayudaría a maximizar el valor de los productos, así como disociarla de la demanda temporal únicamente.

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