Olga Estremadoyro, gerente John Holden.
Olga Estremadoyro, gerente John Holden.

Luciana Tello Ramírez
luciana.tello@diariogestion.com.pe

Además de ser estrellas en la cancha, los futbolistas juegan un partido aparte en el mercado publicitario. Y, conscientes de que cada detalle de su estilo podría ser imitado, se convierten en exigentes consumidores de la moda y el lujo.

Desde diciembre del año pasado, la marca asumió por primera vez el reto de vestir a la selección peruana. Por ello, la gerente de la marca, Olga Estremadoyro, conversó con Gestión sobre su experiencia.

Desafío de la investigación
Llegado marzo, empezó la toma de las primeras medidas y con ello los viajes de una delegación de cinco personas (entre sastres y modelistas) a Miami y Brasil.

La gerente cuenta que la marca anteriormente se ha hecho cargo de proyectos para instituciones, pero ellos implican recibir las medidas por mail o como máximo viajar a provincias.

Si bien la marca prefirió no mencionar cifras de inversión, indicó que trabajó con dos fibras naturales: lana súper 120 y algodón pima.
El sastre Leoncio Rodríguez, experto en confección personalizada, señala que un terno con estas características costaría como mínimo S/ 1,800 y una camisa de algodón pima, S/ 250.

En cambio, la línea inspirada está elaborada en poliviscosa y polilana. Las piezas iguales a las entregadas a los jugadores son la corbata, la correa y los gemelos.

El resultado de un mes de investigación sobre colores, cortes y novedades de pasarela fueron seis bocetos de terno en color azul Oxford.

El diseño tuvo en cuenta la edad de los deportistas y se personalizaron los ajustes de acuerdo al gusto de cada jugador. Aunque los trajes fueron hechos en el formato modern-fit, André Carrillo pidió llevar el traje más entallado.

Tonos y cortes
La versatilidad del tono vibrante permite también llevarse en climas cálidos. “Se escogió el azul y no el negro porque queríamos que se vea más moderno, que combine con los detalles en rojo y blanco. En negro se iba a ver muy parco”, explica la ejecutiva.

Solo un modelo fue presentado a la (FPF) y aceptado con facilidad, según cuenta Estremadoyro. Las demás propuestas se integraron a la línea comercial de la empresa.

La chaqueta de dos botones es empleada cada vez más en el look masculino desenfadado sin perder la elegancia. Además, la prenda favorece también a hombres de baja estatura o a los más gruesos. La tradición dice que en estos casos solo se debe abotonar el de arriba, tal como lo hizo el equipo durante la presentación de sus uniformes.

Los pantalones sin pinzas también fueron una decisión importante: llevarlas agregaría volumen y reduciría estatura.

Elegancia y la sencillez
En este caso, los expertos decidieron enfocarse en un solo accesorio diferenciador: la corbata de seda con una franja diagonal blanca.

Sin embargo, esta corría el riesgo de perder protagonismo si la camisa le hacía competencia con un bordado rojo en el cuello.

Menos es más en el código de la elegancia y por eso se optó por la camisa llana y blanca que muestra simpleza.

Misma suerte corrió el escudo de la , que debía dejar de lado por un momento su insignia bicolor y mimetizarse con el azul oscuro del traje de dos piezas.

Proceso
La marca confeccionó 80 tenidas completas para los seleccionados, cuerpo técnico y delegados. La tenida incluye el traje, la camisa, la corbata, los gemelos de bandera peruana, los zapatos de cuero color marrón, los calcetines y la correa.

En el proceso creativo participaron 15 personas. La inspiración vino de las casas y diseñadores que visten a otras selecciones. Cada traje tardó entre dos y tres días.