Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

(Bloomberg).- Eike Batista, el ex multimillonario cuyo meteórico ascenso y desastrosa caída se ha convertido en un símbolo del cambio en el destino de Brasil, aceptó asistir como invitado de honor a la inauguración de los de Río 2016.

Batista, que ganó y perdió más de US$ 30,000 millones con un grupo de empresas que cayó durante la crisis de las materias primas, donó US$ 4.5 millones a la candidatura olímpica de Río en 2009. venció a Chicago (cuya candidatura estuvo respaldada por Barack Obama), así como a Madrid y Tokio en un momento de bonanza económica, cuando Batista había presentado planes para convertirse en el hombre más rico del mundo.

"El dio la mayoría del dinero para la candidatura," dijo Mario Andrada, director de comunicaciones de Río 2016 en una entrevista. "Es un invitado de honor a la ceremonia de apertura".

Los reguladores brasileños han prohibido que Batista administre empresas o sea parte de sus consejos de administración después de que algunas de ellas acabaron solicitando protección por bancarrota. También se está defendiendo de las acusaciones de negociar acciones de sus propias empresas utilizando información privilegiada. Su imperio de materias primas empezó a derrumbarse después de que Oleo e Gas Participações SA, su empresa insignia de extracción petrolera, no pudo cumplir con sus ambiciosas metas de producción.

Batista aceptó la oferta tras ser invitado personalmente por el director del Comité Olímpico Brasileño, Carlos Nuzman, dijo Andrada. El abogado de Batista no respondió a una solicitud de hacer un comentario.

Los primeros Juegos Olímpicos de América del Sur tendrán lugar en medio de una profunda crisis política y económica en Brasil. La presidenta está suspendida de su cargo a la espera de un juicio político que fue aplazado hasta que terminen las Olimpiadas, y el país sigue encarando su peor recesión en décadas.

Rousseff y su predecesor, , que encabezó la delegación de Brasil cuando el país fue anunciado como sede de los próximos Juegos Olímpicos, así como los otros ex presidentes del país que aún están vivos, también son invitados de honor en la ceremonia de apertura, el 5 de agosto.