Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

Las artes escénicas se reinventan, y el no es la excepción. Las propuestas potentes pero de corta duración se ponen cada vez más en boga. Y muestra de ello es Por ChéjOff, un proyecto artístico (impulsado por Jordi Vilalta y Lucía Caravedo) que involucra once miniobras de unos quince minutos de extensión y que rinden homenaje al escritor Antón Chéjov.

Son así grandes adaptaciones en formato pequeño que se montan en varios ambientes íntimos de una casona barranquina, con excepción de "Perdido en el tren a Yalta", que se presenta en el tranvía de Pedro de Osma. De modo que, sin necesidad de recurrir a altos presupuestos, estas microhistorias ya buscan conquistar nuevos públicos.

Fernando Luque, a cargo de "El estornudo", está convencido del poder del microteatro para captar nuevos espectadores. "Si bien ha habido una expansión del teatro, el público se ha mantenido en un mismo estándar, pero este formato, por ser más cortito, permite a mucha gente no acostumbrada a obras de dos horas probar una propuesta distinta".

El rescate de lo íntimoDe su lado, July Naters, directora de La Nana, cuenta que es la primera vez en su trayectoria que toma un texto que no es de su creación. Aun así declara haber disfrutado el proceso. "En este caso, la experiencia teatral se vuelve más propia, respiras el mismo aire que los actores, todo es pequeño, y el espectador, al menos, en nuestra versión, participa de las escenas como si fuese un personaje más".

Francisco 'Pancho' Lombardi confiesa, entretanto, haberse divertido detrás de la miniobra "Pedida de mano". Y, pese a su extensa experiencia en largometrajes, aclara que no hay muchas diferencias con respecto a este nuevo proyecto. "En realidad, ambos se parecen un poco, porque se usan espacios pequeños y los actores no tienen tampoco que levantar la voz para dirigirse a las personas. Por eso, es bastante simpático", anota.

Con "Sobre el daño que hace el tabaco", el joven director Mikhail Page hace hincapié en lo refrescante que resulta el microteatro. "Para un director, es interesante sostener una obra de 15 minutos y es un reto respetar al máximo el proceso de evolución de la historia", puntualiza.