Óscar Santander, gerente de la aerolínea que lleva su apellido, resalta el apoyo de sus trabajadores. “Si les ofreces esas condiciones, tendrás un aliado”.Aerolínea Santander, a cargo de Óscar Santander, lleva más de 20 años en el mercado. Entre sus principales clientes, están las mineras, constructoras, clubes de fútbol y hasta las universidades.

¿Mantiene una relación horizontal o es de los que prefieren la jerarquía?
No, es una relación horizontal. Las personas que trabajan conmigo han crecido y acompañado en todo el desarrollo de la empresa.

¿Cuál es el promedio del tiempo que sus trabajadores llevan con usted?
Javier Segura, que es el administrador, está conmigo desde el año 91. Nos co­nocimos en una compañía aérea, y luego vino a trabajar aquí… Casi todos nos acompañan desde esa época.

¿Cómo hacer para mantener a sus trabajadores?
Es el trato familiar y justo. Ellos son testigos del crecimiento. Saben las utilidades que tenemos, saben del negocio, participan de ello.

¿Esa es su fórmula mágica?
Sí, tratar a tus empleados de la forma en que tratas a un familiar. Al final, ellos trabajan contigo y se entregan por ti. Claro que tienen beneficios y sueldos, pero además se preocupan por mantener la empresa. Si a un empleado le ofrecen esas condiciones tendrás un buen aliado para seguir creciendo. Además, me gusta saber cómo están. Me encanta preguntarles.

¿No se siente solo?
No, es un apoyo tenerlos en la compañía, me ha tocado viajar y dejar el timón en sus manos, y lo han resuelto muy bien. Puedo salir tranquilo a ojo cerrado. Además con tanta tecnología estás pendiente de todo.

Son cinco, ¿pero no hay ninguna mujer en el equipo?
Me acompañan un administrador de empresas, ingenieros industriales e ingeniero mecánico. En el equipo está mi esposa, que ve el tema de finanzas y maneja bien el tema de comercialización. Ella es la que se hace cargo cuando no estoy. Incluso ha organizado viajes y lo ha resuelto muy bien. Coincidimos mucho. Soy abierto a escuchar.

¿Cuál es el sello de una mujer en la gerencia?
La sensibilidad y el detalle, sin duda. Si bien es cierto que el equipo que queda a su cargo trabaja bajo presión. Se asegura que todo esté en orden para cada vuelo. Está pendiente al milímetro y preocupada de que no falte nada. Eso lo rescato de su trabajo.

Entonces, ¿es gerente de puertas abiertas?
Claro, hay una buena relación, es un ambiente familiar y trato de que se mantenga así. Esto se ha ido desarrollando de forma natural porque es mi forma de ser. No sé si otro gerente con posgrado piense lo mismo que yo. Yo no estudié en una universidad, todo lo que sé lo aprendí en el campo.

Entonces, ¿es más fácil detectar los errores y hacer correcciones?
Por supuesto. Cuando sucede que hay una cotización mal dada, algo está pasando, hay que preguntar y te das cuenta de que el encargado tiene problemas en casa, y me percato porque es una empresa horizontal, pero, quizá, ahora que vamos a comprar cinco aviones más, requeriré de mayor personal. Espero mantener la esencia.

¿La compra de aviones es el proyecto del 2018?
Sí, empezaremos con los vuelos comerciales. Por avión tendremos que tener 30 personas indispensables. Es decir, 150 trabajadores en total.
Al ampliar la flota, cambiaremos de oficina, ya tenemos el organigrama. Empezaremos a volar a nivel nacional, los primeros días de diciembre. Actualmente seguimos trasladando equipos de fútbol en Copa Su­damericana y Copa Libertadores.

¿Ha trasladado a equipos su­damericanos?
Sí, ahora último trasla­damos al Nacional de Quito, Boston River, Universidad de Chile, Colo-Colo y otros más.