Redacción Gestión

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Tomado de Condé Nast Traveller

1. Bolzano, ItaliaFundada en 1990, esta es ahora la feria navideña más grande de Italia. Desde la víspera del 30 de noviembre hasta el 23 de diciembre de este año, los más de 80 puestos de venta ofrecen mayormente velas, pantuflas para invierno, decoraciones y juguetes de madera a la antigua. Tiene un espíritu más orientado hacia los padres que hacia los hijos, en realidad.

2. Copenhague, DinamarcaLos Jardines de Tivoli se transforman en todo un espectáculo desde el 11 de noviembre hasta el 30 de diciembre gracias a sus más de 500,000 luces navideñas y sus instalaciones diseñadas por John Loring, director de diseño emérito de Tiffany & Co. Esta es una de las áreas danesas que atrae a más de un millón de visitantes, una cifra bastante significativa dado que Dinamarca solo tiene 5.5 millones de habitantes. Este mercado se caracteriza por sus suéteres tradicionales, adornos de porcelana hechos a mano, la comida y bebida (sirven glühwein y panqueques de manzana).

3. Helsinki, FinlandiaEl Bazar Navideño de Ornamo vende una gran variedad de diseños finlandeses contemporáneos: cerámica, accesorios, joyería, vajillas y decoraciones. Si desea buscar más artículos tradicionales, también puede ir al Mercado Navideño de Santo Tomás, en la Plaza del Senado, que tiene más de 120 puestos de venta.

4. Tallin, EstoniaTambién conocida como un "puente entre el pasado y el futuro", el Rotermann Quarter de esta ciudad en Estonia tiene un paisaje de cuento de hadas ideal para uno de los mercados más bellos de Europa: el Jouluturg, que va desde el 24 de noviembre al 8 de enero. Aparte de los puestos de ventas tradicionales, también hay actividades para niños, como paseos en ponis y pequeños zoológicos de conejos, cabras y ovejas.

5. Barcelona, EspañaLa Fira de Santa Llúcia, en la Plaza de la Seu, es otra de las atracciones navideñas de Europa. Comienza la primera semana de diciembre y finaliza el 23. Tiene más de 300 puestos de venta donde encontraremos motivos navideños, joyería, textiles, cerámicas y los tradicionales tamborines catalanes.