(Bloomberg) La postura endurecida de la administración Trump contra las visas de trabajo para Estados Unidos podría crear un riesgo para la seguridad nacional si las empresas de tecnológica no son capaces de aportar el talento que necesitan para crear defensas cibernéticas que evolucionan rápidamente, advirtió un ejecutivo de McAfee LLC.

Mientras que las empresas de tecnología han recibido con agrado lo que hasta el momento han oído de la Casa Blanca de Trump sobre política de seguridad cibernética, hay preocupación por las medidas para colocar "restricciones onerosas" al programa de visas de trabajo H-1B de las cuales muchos dependen, dijo Steve Grobman, director de tecnología de McAfee, en una entrevista.

La Agencia de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. ha emitido nuevas directrices que requieren más información sobre los programadores que solicitan visas H-1B para demostrar que los trabajos que realizan son complicados y requieren conocimientos avanzados y experiencia.

La agencia dijo que su objetivo era combatir el "fraude y el abuso" del programa, y ​​el Departamento de Justicia advirtió a las empresas que solicitan visas que no discriminen a los trabajadores estadounidenses.

El sector tecnológico "ha sido claro que necesitamos buen talento para construir la tecnología que el país requiere para protegerse a sí misma", dijo Grobman en la entrevista del miércoles en Washington.

"Si imponemos barreras adicionales a la contratación de personas clave en muchos casos de países que se reclutan a través de visas H-1B eso va a limitar no solo a McAfee, sino también a muchas otras empresas que están produciendo los productos y tecnologías de seguridad de las que depende el país".

Cuestión de seguridad NacionalMcAfee, que construyó su reputación gracias al software antivirus para usuarios domésticos y empresariales, amplió sus operaciones de seguridad cibernética mientras era una unidad de Intel Corp. Esta semana, se convirtió en una empresa independiente otra vez después de una inversión de TPG Group, con Intel reteniendo una participación de 49%.

Grobman dijo que el debate sobre inmigración es "una cuestión de seguridad nacional si no podemos desarrollar la tecnología para defendernos de la mejor tecnología que otros países están construyendo o que los ciberdelincuentes están construyendo. Va a poner a las empresas y al gobierno en mayor riesgo".

Dijo que está teniendo un "buen diálogo" con los funcionarios de la administración sobre las principales amenazas cibernéticas y que entienden los desafíos de la ciberseguridad que enfrenta el gobierno federal, incluyendo la reparación de equipos y sistemas informáticos de antiguos.

Dijo que también está de acuerdo con la política propuesta por la administración de responsabilizar a los jefes de las agencias gubernamentales por la ciberseguridad de sus departamentos, incluso si se están recortando los presupuestos, tal como los líderes empresariales deben responder a sus directivas sobre la defensa de sus sistemas informáticos.

Procesos largosLas empresas que buscan instalar actualizaciones a productos y servicios que el gobierno usa se enfrentan a largos procesos de certificación y cumplimiento, dijo, a menudo haciendo que los sistemas sean menos seguros.

Además, "no tienen la capacidad humana de obtener toda la tecnología que legalmente tienen en su entorno" porque no hay suficientes personas para implementar todas las regulaciones, dijo.

El gobierno necesita pensar en construir defensas de los ciberdelincuentes, que cada vez más apuntan hacia objetivos más difíciles, como el gobierno federal para robar o mantener a los datos "rehenes" a cambio de un rescate, dijo Grobman. Las brechas recientes y las revelaciones en otros sectores son señales de que han tenido éxito.