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Por Bertha Ramos
bertha.ramos@diariogestion.com.pe

El rol de la empresa en la sociedad es importante, porque en la medida en que crea valor, le facilita la vida al consumidor. Pero ese impacto no siempre es bien recibido, debido a que muchas veces se crea un conflicto entre lo que el consumidor considera que debe ser el actuar de una firma y lo que percibe de ella.

Y es que, muchas veces, se miden los resultados de una empresa solo a base del criterio económico, cuando existen otras variables, señala Matilde Schwalb, de la Universidad del Pacífico. De esta forma, explica lo que se conoce como el consumo ético o político, y que expondrá en el próximo “Talk in Trends Technology Analysis”, organizado por la Asociación Peruana de Empresas de Investigación de Mercados (APEIM), Anda y Esomar.

¿Cómo se puede definir el consumo ético o el consumo político? Cuando se habla de este concepto, se habla de la acción de un grupo de consumidores que quieren hacer escuchar su voz porque no están de acuerdo con lo que están haciendo determinadas empresas.

¿Cómo lo pueden lograr?
Es una actitud reflejada en acciones, pues quieren hacer sentir su opinión y, con su poder de compra, cambiar cosas en el mercado que colisionan con sus principios éticos, con su conciencia al medio ambiente, por ejemplo.

Es una manera de protesta…
Es una nueva forma de activismo que está reemplazando a formas convencionales; es un activismo del consumidor descontento. Pero así como se castiga lo que consideran que colisiona con sus principios éticos, también premian lo que consideran que es una buena actuación.

¿Cómo se manifiesta este último escenario?
Se realiza un “buycott”, que son campañas a favor de determinado producto, marca, personaje, etcétera.

¿Cuál es el fin?
Entre otras cosas, que las personas compren -el producto o marca- que respalde a una empresa, personaje, causa, que contribuyen a mejorar las condiciones de vida de un grupo vulnerable o menos favorecido, como, por ejemplo, agricultores que reciben precios muy bajos por sus productos; a resolver un problema que afecta a la sociedad, o al medio ambiente.

¿Esto trae alguna contraparte?
Sin duda, el hacer una campaña a favor de determinado producto o marca va a significar mejores ventas. Entonces, lo que se pide a estas empresas es que se comprometan a usar parte de su mejora de ingresos en seguir realizando mejoras sustantivas en el producto o en quienes participan en el proceso.

¿Por ejemplo?
Por ejemplo, mejorar el acceso o caminos para sacar el producto, mejorar la calidad de vida de los productores locales, entre otros.

¿En el Perú ya se está viendo el consumo ético?
Hay algunos intentos, pero aún está un poco desorganizado. Por ejemplo, un consumidor que está furioso por un mal servicio y cuenta su historia en las redes sociales y se viraliza. Pero hay muchas cosas aún por hacer.

¿Como qué?
Por ejemplo, en base a ese criterio económico que comentábamos, muchas veces se plantean metas poco realistas, y luego recibimos llamadas en horas inapropiadas (de quienes buscan alcanzar esas metas), y tenemos que hacer trámites para no recibirlas, cuando debería ser al revés.