Redacción Gestión

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(Bloomberg) Nueva Jersey, cuyos impuestos sobre propiedades, empresas e ingresos están entre los más altos de Estados Unidos, ahora también puede afirmar que tiene la marihuana médica más cara del país. El gobernador Chris Christie, que ha clamado contra el costo de vida en el estado, dice no tener problema con la marihuana cara.

El republicano en su segundo mandato, que describió al movimiento de la terapia cannábica como una "fachada para la legalización", dice que bloqueará las últimas iniciativas de los legisladores demócratas para ampliar la lista de afecciones elegibles para tratamiento. Las restricciones del programa están haciendo que el estado se pierda millones de dólares en ingresos fiscales, dicen los patrocinadores.

Veinte años después que California se convirtiera en el primero de veintitrés estados que legalizaron la marihuana médica, los programas han logrado florecer en lugares como Rhode Island y Nuevo México, a pesar de que su uso sigue estando prohibido por la ley federal. En Nueva Jersey, el laberinto regulatorio mantiene los precios fuera del alcance de los pacientes que buscan un alivio de dolencias crónicas como dolores agudos y ataques, dicen sus defensores.

"Probablemente gasto unos US$400 o US$500 por mes, lo que es una locura", dijo Jay Lassiter, un consultor político demócrata y paciente registrado de Cherry Hill de 43 años que fuma marihuana para lidiar con náuseas y la depresión de su apetito, efectos colaterales de los remedios para el VIH. "Es la cuota de un auto o suficiente para mandar a un hijo a una escuela privada".

Reglas más estrictasChristie heredó el programa de marihuana médica de Nueva Jersey de su antecesor, el demócrata Jon Corzine, quien aprobó la medida en su último día en el cargo. Christie, un ex fiscal general, pospuso el programa casi dieciocho meses en tanto endureció las restricciones y buscó orientación para determinar si se podía acusar a los trabajadores estatales que la implementasen de violar la ley federal.

Nueva Jersey permite a seis farmacias tratar doce afecciones, en comparación con 32 sitios que aceptan 39 dolencias en Illinois. Los pacientes registrados en Hawái y Washington pueden pedir el envío a sus domicilios; los distribuidores de Nueva Jersey no pueden ni siquiera iluminar los carteles exteriores cuando se hace de noche, publicar precios en internet o entregar baratijas promocionales.

El precio promedio de Nueva Jersey para el cannabis clínico es de US$489 por onza, el más alto entre seis estados con un promedio de US$340, según un análisis estatal emitido en marzo. El precio promedio en las calles de Estados Unidos era de US$253 en marzo, según High Times, una revista sobre temas ligados a la marihuana.

ÉxitoRhode Island, que tiene un octavo de la población de Nueva Jersey, cuenta con más del doble de pacientes registrados. El programa de Nuevo México, con 18.600 inscriptos, genera un superávit fiscal, según el Marijuana Policy Project, una asociación sin fines de lucro con sede en Washington que intenta despenalizar la droga. El programa de Colorado tuvo tanto éxito que gastará US$9 millones generados con tasas de registro en investigaciones sobre la marihuana médica.

La legislación de Nueva Jersey extendería el acceso a la marihuana a pacientes con dismenorrea —dolores menstruales severos— y trastornos por estrés postraumático. Christie, quien se bajó de la campaña presidencial el 10 de febrero, dijo que eso no sucederá bajo su mandato, que termina en enero de 2018.

"Dimos acceso a la marihuana médica a 6.000 personas en un estado con casi 9 millones de habitantes", dijo Ken Wolski, enfermero y director ejecutivo de Coalition for Medical Marijuana-New Jersey, una asociación sin fines de lucro con sede en Trenton, en entrevista telefónica. "No anticipamos una expansión significativa durante la administración Christie. De hecho, prácticamente hemos abandonado nuestras iniciativas".