Marcelo Schejtman lidera el Departamento de entrenamiento mental y desarrollo humano en el club América de México. Llegó al Perú hace algunas semanas para dictar una charla en el máster en Gestión Deportiva del Johan Cruyff Institute Perú. (Foto: Difusión)
Marcelo Schejtman lidera el Departamento de entrenamiento mental y desarrollo humano en el club América de México. Llegó al Perú hace algunas semanas para dictar una charla en el máster en Gestión Deportiva del Johan Cruyff Institute Perú. (Foto: Difusión)

No es novedad que a veces las noticias sobre futbolistas escapen de las páginas deportivas y se cuelen entre los informes de farándula. Sucedió hace poco con dos jugadores del club Alianza Lima y es probable que no sea la última vez que escuchemos que eso pase en el fútbol peruano.

Una de las formas que tienen los clubes de evitar, reducir o remediar este tipo de incidentes es a través del coaching deportivo. Marcelo Schejtman lidera el Departamento de entrenamiento mental y desarrollo humano en el club América de México. Llegó al Perú hace algunas semanas para dictar una charla en el máster en Gestión Deportiva del Johan Cruyff Institute Perú.

¿Desde cuándo se desempeña en el club América?

Empezamos en el 2010 con un proyecto piloto para la sub-17. Afortunadamente funcionó muy bien y unos meses después me encargaron al primer equipo. Desde hace un par de años, además, comenzamos un proyecto en la federación mexicana de fútbol con la liga femenina.

¿Qué cambia en un club tener un departamento de coaching?

Es fundamental contar con uno. Todos, y en especial los futbolistas, estamos todo el tiempo jugando dos juegos: el externo y el interno. El externo es el fútbol y los campeonatos en los que compiten, para los que se preparan para tener el mejor el desempeño. Pero todo eso, al fin y al cabo, es la consecuencia de la calidad del juego interno.

Es decir, la parte mental…

Sí y va más allá. El juego interno es la gestión de nuestras creencias y emociones, al cómo nos relacionamos con nuestros compañeros de equipo, cómo manejamos la comunicación con ellos. En función de todo lo que el futbolista mejore en la parte mental, también lo hará su forma de jugar.

¿Por qué es tan importante trabajarlo con el jugador?

Porque es difícil tomar decisiones valientes si primero no revisamos nuestra relación con el error.

¿A qué se refiere?

Si (el futbolista) entiende el error como una señal de incompetencia, de mediocridad y de ineficacia, entonces nunca va a poder salir de su zona de confort y explorar más allá para evolucionar y aprender. En cambio, si hace un trabajo de conciencia y se da cuenta que no le gusta equivocarse, pero que entiende que es importante explorar nuevos caminos para alcanzar nuevos horizontes, entonces de manera congruente a eso empezará a tomar otro tipo de decisiones.

Marcelo Schejtman también es autor de varios libros. El último de ellos es "Mi mejor maestro".
Marcelo Schejtman también es autor de varios libros. El último de ellos es "Mi mejor maestro".

¿Desde qué edad se empieza a trabajar con los jugadores?

En nuestro club empezamos a trabajar con los chicos desde los 12 años.

¿Por qué?

Porque se trata de procesos que buscan la evolución del jugador y muchas veces son procesos donde se confrontan a sí mismos. Entonces, aplicarlo a chicos menores de esa edad no rendiría el mismo resultado. Necesitamos cierta madurez emocional para que la persona logre ver hacia dentro, reconozca cuando se ha equivocado, le haga ilusión asumir nuevos retos y, a partir de ahí, realizar el trabajo.

¿Se realiza el mismo el trabajo en hombres y mujeres?

Sí, es prácticamente el mismo. No cambia nada.

En casos de indisciplina, ¿cómo se actúa?

Hay un requisito importante. Y ese es que el jugador quiera evolucionar. Si el futbolista no se da cuenta que el camino y las decisiones que toma lo alejan de los objetivos individuales y grupales, es menos probable el éxito.

¿Qué se hace si son reincidentes, como algunos ejemplos que hemos tenido aquí en el Perú?

Lo que se hace, primero, es ayudarlo a ser consciente del futuro que él mismo se crea a raíz de sus decisiones. Es preferible que sean ellos los que me cuenten los desenlaces más probables si continúan en ese camino, tanto en su carrera como para su vida personal. Si uno u otra persona les dice “no deberías hacer tal cosa”, te puede creer o no. Es mejor que ellos lo hagan por su cuenta.

¿Cuál es el proceso a realizar cuando un jugador falla una jugada decisiva para ganar un partido o un torneo?

Hay muchas maneras de responder ante eso. Pero cada contexto es diferente. Lo primero que trabajamos con ellos es decirles que un penal, por ejemplo, de ninguna manera determina la calidad de jugador que es. Los más grandes del mundo han fallado.

¿Y después?

Hay que prestar atención a lo que sucede después de que falla el penal. Si un jugador falla y luego vuelve a pedir la pelota en la misma circunstancia, quiere decir que va por buen camino. Pero si el jugador se vuelve más temeroso y baja su rendimiento, quiere decir que tendremos que invertir más tiempo en reencuadrar lo que es el juego interno con el externo.

¿Y en casos de duelo? En Perú hace poco hubo un caso que involucró la muerte de un jugador.

Tuvimos un caso parecido. Es uno de los escenarios más dolorosos. Cada caso, cada equipo, cada coyuntura del torneo es diferente. Lo que se recomienda hacer en esos casos es brindarle un espacio seguro al equipo donde puedan compartir lo que están viviendo, sintiendo y no juzgar ningún tipo de reacción. Cada persona lo vive con mucha tristeza, otros con mucho ensimismamiento y otros con más calma.