(Bloomberg).- Las instituciones de educación superior y universidades de Estados Unidos volvieron a aumentar la matrícula y otros precios este año, prolongando una práctica de décadas de incrementar los costos por encima de la tasa de inflación, lo que deriva en que la educación superior sea cada vez menos accesible.

La matrícula, las cuotas, el alojamiento y comida en instituciones de educación superior privadas sin fines de lucro aumentaron un 2.6% en promedio, ajustados a la inflación, a US$ 45,370 este año académico, según un informe dado a conocer el miércoles por el College Board.

Estudiantes residentes en las instituciones públicas de educación superior que ofrecen carreras de cuatro años experimentaron un aumento de costos de un 1.8%, a US$ 20,090. Es la primera vez que superaron los US$ 20,000 después de ajuste por inflación, según datos que se remontan a 1971 del administrador del examen SAT.

Este año los precios de las instituciones de educación superior privadas y públicas no subieron tan abruptamente como en años anteriores, si bien en el caso de las instituciones privadas, el incremento del precio de este año es mayor que el del promedio de 45 años.

Las familias y las autoridades están cada vez más preocupadas por el crecimiento de las deudas de los estudiantes y por la posibilidad de que pronto los estadounidenses de ingresos medios no puedan pagar una educación universitaria – pese a las decenas de miles de millones de dólares en ayuda de entidades educativas, agencias gubernamentales y otras fuentes.

Las instituciones públicas de educación superior que ofrecen carreras de cuatro años, financiadas por contribuyentes estatales específicamente para brindar una opción de bajo costo, han más que duplicado su matrícula y otros cargos en promedio durante los últimos 20 años en respuesta a los recortes de fondos por parte de las autoridades de los estados.

La candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, propuso que los estudiantes residentes en el estado en cuestión que tengan familias con ingresos de hasta US$ 85,000 y, en el término de cinco años, con ingresos de hasta US$ 125,000, no paguen matrícula en las instituciones públicas de educación superior que ofrecen carreras de cuatro años.

También quiere que los estudiantes de todos los niveles de ingresos puedan asistir a otros centros de enseñanza superior (community colleges) en forma gratuita. El gobierno federal, dice Clinton en el sitio web de su campaña, "no ha hecho lo suficiente para abordar el problema subyacente del incremento de los costos".

Su oponente, Donald Trump, quiere exigir que los centros universitarios usen más de sus fondos de donaciones para contrarrestar los aumentos de las matrículas, entre otras medidas.

Las autoridades de las universidades han alegado que procuran mantener bajos los costos en parte ofreciendo más becas y subvenciones, básicamente otorgando a los estudiantes un descuento en la matrícula y otros cargos.

El año pasado, las universidades otorgaron US$ 54,700 millones en subsidios institucionales, un 88% más que los US$ 29,100 ajustados por inflación que habían dado diez años antes, según el College Board.

Pero cuando se lo mide como porcentaje del total de ayuda en forma de subvención que reciben los estudiantes, las subvenciones son menores que hace 20 años. Los contribuyentes federales están aportando una parte mayor de los fondos.