En la vida, nos fijamos metas y aspiramos al éxito en el futuro. Planeamos alcanzar grandes hitos como graduarnos de la universidad, comprar una casa, o contraer matrimonio. También decidimos comer más sano, ser más organizados y ahorrar más para nuestra jubilación. Es parte de la naturaleza humana esforzarnos continuamente para mejorar como personas. Después de todo, una gran intriga de la vida es no saber lo que depara el futuro, y así creer que un día podemos llegar a ser la mejor versión de nosotros mismos.

La progresión de una carrera exitosa no es diferente. Nos desafiamos a nosotros mismos para adquirir habilidades y experiencias que nos impulsan en nuestro desarrollo profesional. Trabajamos para ser mejores en lo que hacemos y en última instancia más valiosos en nuestro campo, con la esperanza de escalar en la jerarquía corporativa. La ambición es una cualidad admirable, pero me di cuenta al principio de mi carrera que la llave para abrir nuestro completo potencial comienza con el trabajo que estamos dispuestos a hacer en el día a día.

El mejor consejo que he recibido como un joven profesional fue tratar a cada empleo como si fuera el último. Esto no quiere decir que usted no debe aspirar a avanzar en su carrera. Simplemente significa que debe dar lo mejor de sí para tener éxito en el papel que desarrolla en este momento. Cada trabajo viene con una gran oportunidad para su crecimiento que sin duda contribuirá a su éxito en el futuro, ya sea que lo sepa o no en ese momento.

Mirando hacia atrás en mi carrera en Halliburton, hubo muchas ocasiones cuando empecé un nuevo empleo pensando que ya sabía todo lo que había que saber, solo para darme cuenta de lo ingenuo que era en realidad. Por ejemplo, me convertí en el vicepresidente de la compañía en Indonesia justo después de trabajar en el mismo cargo en Angola. Mi reacción inicial fue: "mismo puesto de trabajo en diferente lugar… Aquí vamos otra vez". Pero esa reacción no podría haber estado más alejada de la verdadera experiencia que me esperaba.

Ese trabajo me enseñó tantas cosas nuevas que aún son muy importantes para mí hoy en día, y me di cuenta rápidamente el grado en el que había subestimado el reto. Mi función en Indonesia amplió mis horizontes y me enseñó a mirar las cosas de una manera diferente. Llegué a entender un mercado extremadamente complejo, y dirigí la fuerza laboral más diversa que he visto en mi carrera. Porque realmente me sumergí en ese papel, me fui con una comprensión más profunda de nuestro negocio y mejor equipado para manejar funciones de creciente responsabilidad en el futuro.

Nunca se sabe lo que nos depara un nuevo reto si no nos tomamos el tiempo de aprender y aceptar nuevas experiencias. Si usted se limita a tratar a su actual trabajo como un trampolín para su próximo ascenso, nunca estará completamente comprometido. Cuando le falta motivación, por lo general su rendimiento decae y la gente se dará cuenta. Otra cosa a tener en cuenta es que el trabajo que usted realiza en la actualidad es probablemente el trabajo soñado de alguien más. Usted puede estar pensando en su próxima oportunidad, pero a alguien más le gustaría estar en su posición ahora y podría obtener esa oportunidad si usted no se desempeña de la mejor manera.

Todo se remonta a la vida en general: las personas más felices son las que sueñan en grande, pero viven cada día al máximo. Tome ventaja de cada oportunidad en el presente, porque lo que usted hace hoy en día es lo que dará forma a quien se convertirá en el futuro.

Por Jeff Miller, presidente y jefe de salud, seguridad y medio ambiente de Halliburton.