Redacción Gestión

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(Bloomberg) Una encuesta a ejecutivos de nivel de directorio reveló que el 80% de ellos ha visto en sus compañías, señal de que las leyes anticorrupción no surten efecto en medida suficiente.

En un sondeo a 500 ejecutivos de empresas de doce países, el 59% de los encuestados dijo que sus políticas anti-soborno no funcionaron y el 87% pensaba que las políticas hacían que fuera más difícil construir su negocio, de acuerdo con el informe del estudio de abogados británico Eversheds.

El 33% de los entrevistadas dijeron no haber estudiado a conciencia las medidas anti-sobornos cuando analizaban fusiones y adquisiciones.

Acabar con los sobornos y la corrupción se ha convertido en un tema de discusión política en el Reino Unido en los últimos años dado que los legisladores reconocen el impacto que tiene en la economía.

El primer ministro David Cameron organizó una Cumbre Anti-corrupción que se desarrollará en Londres la semana entrante y en la que se reunirán mandatarios para analizar una respuesta mundial.

La cuestión pasó a primer plano el mes pasado con el escándalo de los llamados "Panama Papers", cuando numerosos documentos filtrados del estudio de abogados panameño Mossack Fonseca mostraron que algunas de las personas más ricas del mundo canalizaban miles de millones de dólares a través de cuentas offshore, lo que dio lugar a preguntas sobre la evasión impositiva y el lavado de dinero.

El Reino Unido reformó sus leyes sobre sobornos en el 2011 e incluyó en ellas un delito empresarial por no prevenir los sobornos. En febrero, la constructora Sweett Group Plc fue la primera firma condenada conforme a la nueva legislación y se le ordenó pagar unos 2.3 millones de libras (US$ 3.3 millones).

Los organismos policiales han sido criticados por los legisladores y las empresas por no concretar suficientes procesamientos, luego de que las compañías gastaron millones para reformular sus procedimientos de contralor normativo.

"La realidad es que las prácticas comerciales corruptas siempre existirán, en particular en las jurisdicciones de alto riesgo", dijo Neill Blundell, abogado de Eversheds especializado en defraudación. "Lo que importa es la forma en que reacciona la organización. Los gobiernos en general han tratado de combatir los sobornos disuadiendo a las compañías con procesamientos resonantes, pero tienen que trabajar con el sector privado para articular una propuesta para luchar contra los sobornos".

Sólo el 9% de los ejecutivos encuestados veía las consecuencias legales como la principal razón para prevenir los sobornos y la corrupción. La mayoría 61% dijo que el posible impacto en el éxito comercial era el principal motivo. También hicieron referencia al daño a la reputación.

La encuesta, que utilizó datos de compañías con más de 500 empleados, recabó respuestas en países desarrollados y emergentes, incluidos el Reino Unido, Italia, Brasil, Hong Kong y China. Las empresas que participaron abarcaban una serie de sectores, entre ellos las finanzas, la salud y la educación.

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