Actualmente la no se percibe significativamente y esto ocurre, en menor o mayor medida, tanto en países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo, entre ellos el Perú, señaló Patricia Padilla, gerente comercial de .

"Si bien este problemática ya tiene repercusión global es relevante resaltar el papel de la mujer en la sociedad del siglo XXI como una fuerza contribuyente que merece el mismo respeto y, mientras fomentemos esta perspectiva, se sustentarán otros temas referidos a la defensa de nuestra dignidad e integridad en general", comentó.

En ese sentido, mencionó que en el mercado laboral peruano aún hay prácticas discriminatorias en contra de las mujeres, las cuales deben ser erradicadas.

1. Brecha salarial entre géneros. Es la forma más común de desigualdad porque en la mayoría de casos los varones perciben una mayor remuneración que las mujeres que ocupan el mismo puesto y realizan iguales labores.

2. El embarazo. Hay empleadores que se muestran reticentes de contratar mujeres, sobre todo si son recién casadas, por la posibilidad de que se embaracen y pidan la licencia de maternidad y otros beneficios que les corresponde por ley.

3. Pruebas de embarazo obligatorias. Ya sea durante procesos de selección y si las mujeres se encuentran en plenas funciones, hay casos en los que se les exige tomar pruebas de embarazos y si estos salen positivos no son contratadas o son despedidas.

4. Condiciones discriminadoras. Los empleadores que aún tienen prejuicios, ponen condiciones sesgadas en las contrataciones de personal que dan preferencia hacia los varones por creer que son mejores que las mujeres para los puestos ofrecidos.

5. Estereotipos. Los ascensos o jefaturas no son otorgadas a mujeres porque existen ideas estereotipadas como la ´hipersensibilidad femenina´, por ejemplo: "Las mujeres no son capaces de ser firmes y tomar decisiones drásticas".

6. Silencio cómplice. Las trabajadoras que son víctimas en estos casos o sus compañeras normalmente no hacen nada al respecto, pudiendo ir al Ministerio de Trabajo, ya que temen ser despedidas o recibir alguna forma de sanción.

Padilla señaló que existe un avance positivo es la disminución de la discriminación contra la mujer a nivel profesional pues cada vez más mujeres ocupan cargos gerenciales, sin embargo aún queda mucho por hacer, tanto de parte de las organizaciones como del gobierno.

Por ello propuso que las empresas deben promover el empleo femenino respetando los beneficios de ley y otorgándoles facilidades para su desarrollo profesional y personal.

"Mientras que el gobierno, a través del MTPE, debe redoblar esfuerzos como, por ejemplo, brindar charlas sobre los derechos laborales de las mujeres y difundir las consecuencias negativas en el clima laboral y la productividad que la discriminación trae como consecuencia", enfatizó, al mismo tiempo que sugirió organizar una campaña de inclusión laboral de la mujer con igualdad, lo cual sería un aporte para conseguir la igualdad de género a nivel global.